El Cuaderno de Chapu: 'Se llamaba Salvador'
Chapu Apaolaza escribe en su cuaderno sobre la matanza ocurrida en una escuela de Texas, donde 19 niños han sido asesinados.
Hora de cambiar la ropa de verano y buscar el rastro del mal. Si al demonio le encuentras una explicación parece menos demonio. El chico que ha matado a 19 compañeros de colegio con una escopeta en Texas se llamaba Salvador. Era objeto de burlas porque tartamudeaba y ceceaba. El tartamudo siempre despertó en mí una admiración pues el cerebro le va más deprisa que la lengua, que siempre es mejor que la lengua vaya más rápido que el cerebro. Me acuerdo cómo esperábamos a que mi amigo Jorge leyera en su boda y cogió tanto impulso que en lugar de Yo, Jorge, dijo: Yo, Carmen.
La cosa es que se metían con el asesino por ser tartamudo. Igual es que el woke por el cual hay que hablar teniendo en cuenta si cualquier cosa que se dice molesta a los demás funciona o no. Estamos diciéndole a los niños que dos más dos no tienen que ser cuatro por si ofende a los que piensan que son cinco y los niños tartamudos ametrallan las aulas.
Lo de los miserables es de siempre y la segunda enmienda es del siglo XVII.
En Estados Unidos han muerto un millón y medio de personas desde 1968, más que todos los soldados muertos en conflictos desde la Guerra de Secesión. Así visto, armarse hasta los dientes no parece una gran estrategia para proteger a la población. Si la gente se sigue comprando armas es porque solo hay una cosa más peligrosa que un país en el que todo el mundo está armado, un país en el que todo el mundo está armado menos tú.