El cuaderno de Chapu: Hoy quiero perder la cabeza, por los libros de caballería y por el vino de La Mancha
El cuaderno de Chapu Apaolaza para cerrar La Brújula
Quién fuera esta noche el maestro Ónega para encontrar la metáfora perfecta sobre el rojo de tu piedra. Para haber amado a cuatro de tus mujeres como tus cuatro molinos del cerro de San Antón: Rocinante, fierabrás, Toboso y Barcelona ¿Barcelona?
Sé de la Iglesia de Santa María la Mayor donde los hombres de La Mancha rezaron a la Diosa Ana, a Hércules, a Alá y a la Virgen del Rosario coronada en 7 de octubre. Y de la partida de bautismo de un tal Miguel de Cervantes Saavedra. Hoy quiero perder la cabeza, por los libros de caballería y por el vino de La Mancha que llena de alegría mi corazón cansado.
Voy a la vendimia entre las viñas verdes y doradas por el otoño. Si Raúl del Pozo gritó viva el vino. Si Marx desconfiaba de los que no bebían vino. Si Platón alcanzó la Verdad a través del vino que dijo era la leche de los ancianos, si Hegel se pulió la herencia en vino. Si el bufón Perkeo, que no era manchego pero casi, vivió feliz bebiendo vino hasta que murió por beber agua.
Alcázar, déjame ser manchego para celebrar con mi sed el fruto de la tierra, del tiempo, del hombre y de las nubes. Dame de beber la dicha y desmemoria para olvidar los idiotas, los miserables y el putinazo que dicen caerá del cielo.
Levanto ante ustedes mi copa que siempre está medio llena porque el mundo no se va a terminar esta noche, ni tampoco mañana.