El cuaderno de Chapu: "Mi Españita Joseantoniana paseó a José Antonio por Sevilla como en un entierro inverso"
El cuaderno de Chapu con las notas que ha apuntado del día
Traigo que al cierre de este programa, no había terminado la tercera tafallera de Morante, que ayer en Sevilla toreó con acento o. Fui a la tienda esta mañana y se les habían terminado las metáforas sobre la primavera. En la prensa venía que José Antonio había cortado en la maestranza un rabo de toro. Claro, picha, ¿qué va a ser un rabo de toro?
Vivimos con la ilusión de si hoy será el día en que suceda lo que sea que estemos esperando: el amor, la victoria, la suerte, la inspiración, la hermosura o el toreo, que es todas esas cosas pero a la vez. Tenemos que vivir creyendo que va a pasar. El día que no lo creas, chico, es que te saltas la tapa de los sesos. Como todas las cosas que son de verdad, el toreo no se puede explicar, ni se puede tocar. Es algo que sucede, a veces.
Ayer pasó y Morante pegó una serie de gaoneras, y eran las cinco de la tarde en todos los benditos relojes, e iba enroscándose al toro en la cintura así como si lo estuviera amando como si lo estuviera queriendo como solo se quiere en Sevilla en primavera y, al tercer pase de la serie le entraban ganas a uno de salir a la ciudad a meterle fuego. Mi Españita Joseantoniana paseó a José Antonio por Sevilla como en un entierro inverso, como una llama olímpica. Trescientas personas y lo llevaron hasta el hotel al grito de JO-SEAN-TONIO MORANTE DE LA PUEBLA, y lloraban y se abrazaban y se decían a ellos mismos: Yo estaba allí. Vendrán a decirles que los toros no le gustan a nadie.