El cuaderno de Chapu: "Elogio de la España coñazo"
Chapu Apaolaza escribe en su cuaderno sobre el primer cara a cara político entre Sánchez y Feijóo desde que este preside el PP.
Traigo las notas del 7 de junio, sesión de control a la Oposición en el Senado, Núñez Feijoo jadea como un ciclista en el Alpe D’Huez. En su primer cara a cara parlamentario con Sánchez y lo quiere decir todo. Yo esperaba que no dijera nada. El encanto del presidente del PP es justamente esa cosa lejana de leyenda albértica de la moderación como de lejanía de gritarse de lado a lado del valle de los montes de Galicia, casi de Moai del macizo galaico leonés.
Yo venía ilusionado, porque la tarde llegaba con los ecos de aquella España de etapa de transición de la Vuelta Ciclista a España, ¿Se dice así? De abrir el ojo en la siesta y espera que está hablando el jefe de la oposición el Gallego en el Senado. Esa España de siesta a las puertas del verano, de tarde en el sofá, sudada y anuncio de helados en la que no pasaba nada, ay qué recuerdos, y no este manicomio en el que vivimos.
Añoro ese país un poco como de abrir el ojo y que dieran 'Ben Hur' en la tele y una gala de Murcia o algo. Un poco de políticos de los que se decía: "Estos no hacen nada". Benditos. Queremos volver a tener políticos poco audaces, otoñales figuras que cuando se les proponía algo respondían "Ya, pero. Vamos a ver. Es complicado y Bueno, ya veremos".
Feijoo hoy parecía un novillero en Las Ventas haciendo todos los pases diciendo todas las cosas. Debería comprender que ser aburrido no es que sea un defecto perdonable, es que ser un coñazo es su mayor virtud.