El cuaderno de Chapu: La bofetada
Chapu Apaolaza analiza la actualidad política en La Brújula.
Traigo que a Emmanuel Macron le han dado una bofetada al grito de “¡Abajo la macronie!”. Bofetada tiene muchos sinónimos: sopapo, guantada, cate, cachete, tortazo, galleta y guantada. Mejor guantá. A Errejón también lo ha denunciado un señor por darle una patada cuando quería hacerse un selfie y en el partido del amor, Rafa Mayoral dice que al director del Banco de España habría que correrlo a gorrazos.
Comparado con el viaje que le dieron a Rajoy, lo de Macron ha sido una caricia de madre. ¡Y Rajoy le perdonó! Vale que el agresor francés no era Pepe Legrá, el Tigre de Baracoa. Legrá ganó el título europeo y Manuel Alcántara lo contaba así de bien: “Alzado, sonriente, gritando, golpeándose con ambos puños el pecho, el puma de Baracoa es paseado por el ring. Él, con la cabeza cerca de los focos, dice, gritando: “¡Yo, yo, yo!”. Está cobrándose en siete minutos la sangre, los sudores, los golpes, la fatiga y el hambre de siete años”.
Hay una tentación de zurrarle al político, pero al final, siempre se compadecen del abofeteado. En Sevilla, al paso de Jesús azotado por un romano, le cantaban esta saeta al romano: “Amánsate, fiero sayón, que como el señor se levante, la divina bofetá va a ser bofetá de muerte”.
El PP ha dejado al alcalde de Granada gobernando en minoría absoluta. En Ciudadanos hablan de agresión. En la rueda de prensa, Elías Bendodo bebe de un vaso de agua como en un poema de Antonio Gala. Dicen en la Junta que no hay elecciones a la vista. Manuel Sampalo recuerda que la afirmación superlativa andaluza contiene tres negaciones consecutivas. En Sevilla, claro que sí se dice ‘No ni ná’.