El cuaderno de Chapu: "Antorchas y capirotes"
Chapu Apaolaza analiza la actualidad política en La Brújula
Notas del 8 de septiembre de 1960. Tylerton, Missisipi. La niña Rudy Bridges es la primera afroamericana en ingresar en una escuela de blancos. A la puerta del William Franz Elementary han organizado protestas los partidarios de la segregación. La pequeña entra en la escuela rodeada de policías federales. Dentro le espera su maestra. "Es blanca", se sorprende Rudy al verla. La había tenido que traer de Boston porque los demás profesores se negaban a enseñarle. Durante un curso, dio clase sola. Esa niña traía problemas a la escuela, decían. La sentencia que terminaba con la separación de alumnos por razas cumplía seis años, pero nadie la hacía cumplir hasta ese día.
Por lo que sea, me he acordado de Rudy hoy que en el colegio Turó del Drac de Canet señalan a un niño porque sus padres han pedido que reciba un cuarto de las horas en castellano. En el colegio se encargaron de señalar a los padres que lo había pedido un niño, un niño de este colegio, de la clase P5A, ese niño castellanoparlante orejón, quizás, bestia con forma humana, que dijo Quim Torra. La suite ya la conocemos: racismo, discriminación, señalamiento, acoso, banderas, antorchas y capirotes.
Igual es que las injusticias se terminan de entender bien cuando toman la forma de un niño: Niño del establo en Belén, niño de fondo de patera Lampedusa, niño de pijama de rayas, niña negra de colegio en Misisipi, niño español de Canet de Mar.
El mismo día en que montan manifestaciones en su contra, aparecen pintadas y piden apedrear la casa del chaval, en el colegio han organizado un taller contra el acoso escolar. También hay discurso del conseller: "No hay un problema lingüístico en las escuelas catalanas", le faltó decir que no había problema hasta que apareció el puñetero niño.