El cuaderno de Chapu: Carta a los Reyes
Chapu Apaolaza nos trae a La Brújula su particular carta a los Reyes Magos.
Traigo la carta a los Reyes. Querido Gaspar, Espero que te hayas traído calcetines de los gordos, porque en Madrid hace un frío que pela. En mi Españita hace frío desde marzo del año pasado. Me pasa una cosa: no hay cabalgata, pero sabes que si cierro los ojos escucho a un niño llamándote. Parece que me escuchara a mi de niño. En el mejor lugar de mi memoria estoy yo gritándote con una voz larga... GASPAR!!! Hoy te veo en todas partes, tu zancada decidida, tu manera de levantar los brazos cuando anuncias “Montañas y trolebuses de regalos”, tu barba de hilos de ambar -qué cosquillas hace- y tu bigote pelirrojo que, ¿sabes? Es igualito al que tenía mi padre.
En un rato, cuando acostemos a los niños aún oliendo a jabón y a pijama limpio, en la oscuridad templada de la habitación, en esa hora que está hecha toda de esperanza, a estos críos -que son vuestros niños-, los rendirá el cansancio y soñarán que están con vosotros. notarán con tanta nitidez el tacto de vuestro armiño, el color de vuestros ojos y el brillo de vuestra corona, la caricia del pelo de vuestra barba, digo que lo verán todo con tanta nitidez y tan de verdad como si estuvierais allí a su lado. Tan cerca os sienten que se diría que vivís dentro de ellos.
Ay, Gaspar, se han portado tan bien. Traedles todo lo que os han pedido, eh. Yo para ellos os pido que puedan jugar con los amigos, el tacto de los demás, y abrazos de la familia, sobre todo para los bebés, que van por ahí sin que los coja nadie en brazos. Eso, a los bebés les traéis los brazos de la gente, ¿vale? Y traedles un futuro, también.
A los mayores por favor no nos regaléis cosas nuevas, aunque nos gustaría recuperar cosas que teníamos y que parece que habíamos perdido. Los abrazos, el mogollón, bailar con la gente y aquella sensación de que estábamos a salvo, aunque fuera una mentira. Y si os cabe, echad al camello algo ilusión, alegría, esperanza, cercanía, concordia y un poco de suerte, porque la vamos a necesitar. Os hemos dejado galletas, leche y agua para los camellos, como siempre. Os queremos. Chapu.