LAS CLAVES DE LA BRÚJULA

Pedro Rodríguez: "Xi Jinping está buscando grietas, piezas que no terminan de encajar en el contexto europeo"

Hoy en La Brújula hablamos de China con el experto internacional y profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Comillas, Pedro Rodríguez.

ondacero.es

Madrid |

El pasado domingo, el presidente chino Xi Yinping llegaba a Francia en la primera escala de una gira por varios países después de cinco años de su última visita a Europa. El líder comunista, actor principal del escenario político y económico global, mira al viejo continente, no solo como un mercado vital para su floreciente industria del coche eléctrico, sino como un aliado, o al menos no enemigo, en su guerra comercial con EEUU.

Enmanuel Macron se llevó ayer a su invitado a los Pirineos, a la cima del Tourmalet, la tierra de su infancia donde pasaba los veranos con sus abuelos cerca de la frontera con España. Un gesto, como cuando Bush se llevó a Aznar a su rancho de Texas, que los mandatarios internacionales se reservan para establecer relaciones de amistad personal más allá de lo estrictamente protocolario y formal.

Las siguientes etapas del viaje de Xi son Serbia, donde ha recordado el bombardeo de la OTAN sobre la embajada china en Belgrado hace 25 años, y Hungría, dos países cercanos a Moscú. En el interés de Europa está una implicación más directa de China para frenar la invasión rusa de Ucrania, pero Pekín juega un papel ambiguo que, en el caso de EEUU, se interpreta como un apoyo fundamental a Putin.

No es Ucrania el único asunto que amenaza las relaciones chino-estadounidenses. Si hay un lugar del mundo donde se dan las condiciones para una guerra regional entre superpotencias es la zona de Asia Pacífico, especialmente el estrecho de Taiwán. La administración Biden acaba de aprobar una ayuda de 9.000 millones para varios países de la región después de ampliar acuerdos de defensa y extender exponencialmente sus bases militares en el Pacífico sur.

Francia, Serbia y Hungría, países clave

En el mundo actual, existe una confrontación entre EEUU y China y, de alguna manera, Europa está en el medio, según el experto. "En el contexto de la guerra de Ucrania, China ha visto cómo su reputación en Europa ha disminuido significativamente por el respaldo que China está prestando a Rusia en la guerra contra Ucrania". Lo que Xi Jinping definió como "una alianza sin límites" se ha traducido en "un suministro multiplicado de elementos fundamentales para que esta guerra continúe de forma favorable para Rusia", y la elección de estos tres países europeos, Francia, Serbia y Hungría, "es muy significativa".

"Jinping está buscando grietas, piezas que no terminan de encajar en el contexto europeo". Según Rodríguez, Francia fascina a China porque "mantiene esa idea de que hay que espabilar la autonomía estratégica de Europa, y no depender de EEUU. Y eso para China es una oportunidad". Lo que sucede es que "Francia es el país más europeísta de toda Europa y China está realizando prácticas de sus vehículos eléctricos". Europa "no puede consentir que China considere el mercado europeo como el sitio donde deshacerse de todo ese exceso de producción y de demanda limitada doméstica", ha explicado.

Por su parte, Serbia, "casualmente conmemora los 25 años en los que la fuerza aérea de EEUU, en el marco de la OTAN, bombardeó por error la embajada china en Belgrado, y "esta herida todavía supura. China habla de una amistad o relación forjada en muy difíciles circunstancias. Por supuesto, Serbia es uno de estos países conectados con Rusia y con el Kremlin".

A Hungría le ocurre algo similar. De todos los países de la Unión Europea, "Hungría es el caballo de Troya de Putin". Esas grietas favorecen a China. El país facilita inversiones, fábricas, infraestructura, y "esa idea de que China también representa una opción en el orden internacional independiente, que no depende de los dictados de Washington". "Es una visión alternativa al orden internacional, por lo tanto, es una visita que deberíamos entender como una búsqueda de ventajas estratégicas en un mercado, en una parte del mundo que también es muy importante para China, la Unión Europea".

La iniciativa de la franja y la ruta

Uno de los pilares fundamentales de la política exterior de Xi Jinping es la llamada iniciativa de la franja y la ruta, "un mega plan de inversiones en todo el mundo para crear una gran zona comercial interconectada". China ha invertido un billón de dólares en algo más que una zona comercial, algunos lo llaman una "orgía de rotondas". Es una infraestructura que beneficia especialmente a China. "El país se ha convertido en el mayor país acreedor del mundo, precisamente, por esas infraestructuras que, casualmente, son construidas por empresas chinas".

Según Rodríguez, hay que apelar a esas partes del mundo que se sienten excluidas, el "sur global". Lo que plantea China es apoyar el desarrollo de estas zonas sin hacer preguntas incómodas. No cuestionan "cuál es vuestro récord en derechos humanos, si tenéis guerras civiles". No les interesa nada de lo que sea "gestión de vuestros asuntos internos. Si necesitáis un puerto, una línea de ferrocarril, lo que sea, estamos aquí. Y ese es el modelo alternativo, que es una forma de cuestionar el orden liberal creado después de la Segunda Guerra Mundial y que, en el fondo, es lo que está en juego". Una alternativa capaz de cuestionar "esas líneas rojas, esa tradición occidental" que, para ellos, ahora es muy fácil presentarla "llena de contradicciones, de decadencia", y presentarse ellos como la alternativa de futuro.

Tensiones militares en la región de Asia-Pacífico

Más allá de Ucrania, la región de Asia-Pacífico es donde más se tensionan las delicadas relaciones entre Pekín y Washington, en concreto Taiwán, pero no solo. Y se tensionan en el terreno más peligroso: el militar. Siempre está presente el riesgo de una guerra que implicaría a dos superpotencias. Rodríguez afirma que ese riesgo es real, "en el sentido de que muchas veces se banaliza lo que está haciendo China. Nos fijamos en el Tik Tok, en los teléfonos baratos... y parece que no quieren imponer nada".

"Si uno analiza esa región del mundo, ve como un país como Australia se mete en el berenjenal de adquirir submarinos de propulsión nuclear, o cómo un país como Filipinas que en la constitución tiene prohibido el estacionamiento de tropas extranjeras. Es un país que no hace más que apelar a EEUU y cooperar militarmente con EEUU o Vietnam".

El año pasado "empezó la construcción en Hanoi de una embajada de 1400 millones de dólares, que representa la necesidad de un país como Vietnam, de encontrar garantías de seguridad con EEUU frente a China". El experto afirma que "hemos visto cómo los líderes de Japón y Corea del Sur, que tienen una historia envenenada desde antes de la Segunda Guerra Mundial, se juntan en Camp David para coordinarse".

En toda la región, "Taiwán es la pieza de choque donde cada vez China es más beligerante. Ya se ha olvidado la noción de atraer o incentivar un acercamiento por los lazos económicos. Ya es fuerza, fuerza y más fuerza, y la idea de que esta asignatura pendiente se puede solucionar en algún momento por la fuerza", ha explicado.