¿Un niño de 12, 14 o 16 años tiene la madurez suficiente para tomar la decisión de cambiarse de género?
Este mes de febrero el Congreso ha aprobado la ley trans y LGTBI que reconoce la libre determinación de la identidad de género a partir de los 16 años.
Es decir, que cualquier persona, cualquier joven o adolescente, podrá modificar su nombre y sexo en el DNI, a través de un procedimiento en el Registro Civil sin necesidad de informes médicos ni el consentimiento de los padres o tutores legales. Todo ello en un intervalo de apenas cuatro meses.
Incluso, los menores de 12 años también podrán cambiar su nombre en el carnet de identidad si así lo desean, y modificar su género siempre y cuando tengan la autorización de un juez. Y en caso de que el joven que lo solicite tenga 14 o 15 años, el procedimiento exigirá solo el consentimiento de sus progenitores.
Una de las principales medidas de esta ley es que despatologiza la transexualidad, lo que quiere decir que deja de exigir a las personas trans que acrediten un diagnóstico médico o psicológico para cambiar su sexo en el Registro Civil, acabando por completo con las tutelas médicas y judiciales y dependiendo únicamente de la voluntad de la persona.
Que España deje de considerar la transexualidad una enfermedad es un gran paso pero, ¿Hasta qué punto es conveniente no dar apoyo psicológico a un paciente que es tan joven y va a tomar una decisión de tal calibre?
La semana pasada, una chica gallega, llamada Susana de 21 años, reclamó a la Sanidad pública haber dado luz verde a su cambio de sexo. Le extirparon el útero y los pechos y le sometieron a tratamiento hormonal y ahora, seis años después, se ha dado cuenta de que su problema no tenía que ver con la identidad de género… Susana padece depresión y trastorno esquizoide.
En este caso en concreto, ella sí recibió la atención de especialistas, psicólogos y psiquiatras, que trataron la situación de forma errónea. Pero ¿Qué ocurrirá cuando, a partir de ahora, cualquiera que solicite un cambio de género no cuente con el apoyo de médicos y psicólogos para llevar a cabo el proceso?
Y no nos referimos a alguien que pueda padecer cualquier trastorno mental, sino al hecho de que a edades tan tempranas puede ser arriesgado tomar decisiones de gran importancia como un cambio de género. Y por eso, para hablar de estas dudas que nos surgen, tenemos hoy con nosotros a nuestra psicóloga, María Jesús Álava Reyes: "Estos problemas suelen ser la consecuencia de otros que hay que tratar... Cuando un adolescente viene diciendo que quiere cambiarse de sexo hay que ver primero cuál es la causa real y si al final quiere ser trans le acompañamos en el proceso".
"Cómo podemos dejar tan desprotegidos a los jóvenes ante una decisión tan importante como el cambio de género. Un niño o niña a los 12 o 14 años no tiene la madurez suficiente para llevar a cabo una decisión tan importante como un cambio de sexo", añade.