El captagón, "más un negocio que un arma de guerra"
Felipe Passolas, periodista y reportero de guerra, explica que este estupefaciente, que varios miembros de Hamás han reconocido consumir, se creó para combatir la narcolepsia y la depresión.
La cocaína de los pobres, la droga de los terroristas, la poción mágica yihadista, varios son los nombres por los que se conoce a esta droga, el captagón.
Hace unos días las Fuerzas de Defensa de Israel aseguraron haber encontrado píldoras de este estupefaciente en los cuerpos de varios miembros de Hamás abatidos y también admitieron consumirlo en los interrogatorios prisioneros de la milicia islámica capturados por el ejército israelí.
Pero, ¿qué es el captagón? Se trata de un estimulante desarrollado en Alemania en los años 60, utilizado en un principio como antidepresivo, aunque fue prohibido apenas 20 años después por su potencial adictivo. Entre sus síntomas figura la euforia, la evasión de la realidad y la disminución de la percepción del dolor, miedo o cansancio.
Resulta que miembros de Hamás, prisioneros de Israel, han reconocido consumirlo para luchar mejor, porque les ayudaba a concentrarse en el combate y no dejarse “distraer” por aspectos como el miedo, el dolor, el cansancio o, incluso, los remordimientos.
Esta noticia nos lleva a reflexionar sobre el uso de las drogas en la guerras, que, seguramente, es tan antiguo como las propias guerras. Aparte de que, para algunos, la propia guerra es una droga en sí misma.
"Más un negocio que un arma de guerra"
Felipe Passolas, periodista y reportero de guerra, destaca que era una droga para combatir la narcolepsia y la depresión y que la OMS la prohibió por su alto poder adictivo. En los 90 se distribuyó en Oriente Medio, como sustitutivo al alcohol y en la guerra de Siria en 2014 se incautaron 35 millones de pastillas.
"Durante toda la historia este tipo de fármacos se han utilizado tanto para evitar el dolor como para combatir el cansancio", explica el experto. Añade que ahora estamos entrando en un "nuevo paradigma del narcotráfico" con las drogas sintéticas. Asegura que el captagón es "más un negocio que un arma de guerra".
Explica Passolas que el uso de las drogas y las guerras nacen a la vez. "Los incas utilizaban la hoja de coca, los aztecas el pulque, lo griego opio, no se conoce al ejército británico sin el uso del ron, el ejército ruso el vodka, las tropas napoleónica triplicaban la cantidad de brandy a la hora de entrar en combate", cuenta el periodista.