La carta de Ónega a Ione Belarra: "Tiene algo de coña que acuda a la Sanidad privada para cubrir la insuficiencia de la pública"
Fernando Ónega dirige su carta a Ione Belarra tras gastar 30.000 € en un servicio médico privado para el Ministerio aunque ya tiene uno público
Y buenas noches, Ione Belarra Urteaga, ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030. Cuando vi la noticia en La Razón, no tuve más remedio que exclamar: "Dios, qué suerte tienen los funcionarios y contratados de tener una ministra como usted". Es que usted no es una jefa, es una madre. No conozco a ningún alto cargo ni alta carga tan preocupada por la salud de su gente.
Lo que recuerda La Razón es que la Ley de Prevención de Riesgos Laborales garantiza el derecho de los trabajadores y trabajadoras a la vigilancia periódica de su estado de salud; lo que los paisanos de nivel medio solemos llamar un reconocimiento médico. Y usted, señora Belarra, como servidora pública que es, quiere cumplir la ley, deseo que nadie le podrá objetar. Y se conoce que contó el número de trabajadores que tiene, después contó el número de sanitarios que hay en el ministerio, contó los días que quedan de año, que son cerca de cien, y no da tiempo a reconocer a los 375 funcionarios y contratados.
Es que cien días parecen muchos, pero te pones a descontar sábados, domingos, Fiesta Nacional del 12 de octubre, puente de los Santos, Puente de la Inmaculada y la Constitución, Navidad y moscosos, y no da tiempo a nada. Es que en ministerios y demás Administraciones Públicas ya están comprando los regalos de Papá Noel, las uvas de fin de año y echando al correo las cartas a los Reyes Magos.
Y usted, Ione, ministra de Derechos Sociales, no puede dejar a nadie sin reconocer, la salud es lo primero. ¿Y qué hace? ¿Llamar a la ministra de Sanidad? No, que todavía anda contando vacunados. ¿Llamar al ministro de la Seguridad Social? Tampoco, que después lo sacamos del contexto. Lo que hace usted, ministra, es convocar un concurso para que la Sanidad privada se encargue de ese trabajo. Se pagarán 30.000 euros por ese servicio.
No me parece mal, señora Belarra. Pero hay que reconocerle un mérito: hasta ahora el Estado cubría los servicios que no podía cubrir la iniciativa privada. Tiene algo de coña que la secretaria general de Podemos acuda a la Sanidad privada para cubrir la insuficiencia de la pública. Y desde luego, creo que usted tendrá que pensarlo mucho antes de acudir a otra manifestación contra la privatización de la Sanidad.