Así funciona esto: El tipo de interés de tu hipoteca
La sección de Ana Comellas en La Brújula en la que cada semana nos explica conceptos económicos.
Fijos, variables, mixtos... Los tipos de interés siempre imponen un poco, pero en los últimos tiempos nos tienen con el alma en vilo. ¿Van a subir? ¿Cuánto? Y lo más importante, ¿cómo nos va a afectar a usted, señora, y a mí?
Los hay simples y compuestos, pero básicamente, si divido los intereses que he pagado durante un año, entre la cantidad que me han prestado, obtengo el tipo de interés de ese año.
Si el tipo de interés es del 2%, significa que por cada 100 euros que me presten, tendré que pagar 2, o devolver 102. Pero ojo, que si sólo devuelvo 50, el año siguiente, tendré que pagar 1 euro de interés o devolver los 51. Así que los intereses totales serán de 3 euros.
Además, las hipotecas utilizan el método de amortización francés. Pides un capital de 100 y cada año devuelves 5. Cada año pagarías intereses por la cantidad que te quedase pendiente de devolver. El primer año pagarías intereses de 100, el segundo de 95, el tercero de 90… el penúltimo de 10 y el último de 5.
Cada año devolverías, amortizarías, la misma cantidad de capital, pero pagarías cada vez menos cantidad de intereses, así que la cuota de tu hipoteca sería cada año menor.
Este es el sistema de amortización alemán. En el francés, quieres que la cuota sea la misma todos los meses, así que digamos que le das la vuelta a la fórmula y, en vez de dejar fijo el capital que devuelves cada año, lo que dejas fija es la cuota y recalculas el capital y los intereses. Al final de la hipoteca, la cantidad que has devuelto y los intereses totales que has pagado, son los mismos, pero repartidos de forma diferente.
Si tu hipoteca es a tipo variable, y cada año, se revisa el interés que vas a pagar y se recalcula todo. Imagina que tienes un tipo de interés del Euribor más 0,5. Eso significa que, si el Euribor para el siguiente año es del 1%, a ti el banco te va a aplicar un tipo de interés del 1,5%.
¿Qué tengo que ver yo con el Euribor para que me tenga que quitar el sueño?
Un banco es como casi cualquier otro negocio, en el que compras algo en un sitio, en el que se ofrece, y lo vendes en otro sitio, en el que demanda.
En el caso del sistema bancario, el producto que se intercambia es el dinero. El banco lo capta de los que lo ofrecen, y se lo presta a los que lo necesitan, que en el caso de la hipoteca, somos las familias.
¿Y como consiguen el dinero los bancos para darme una hipoteca?
Una forma serían los depósitos. Cuando yo abro una cuenta de cualquier tipo en un banco, tengo ahí depositada cierta cantidad de dinero. Jesús también abre una cuenta, Juan Ramón Rallo otra… y, de todos esos depósitos, el banco puede prestar una parte, porque no todo el mundo va a necesitar el dinero depositado en ese momento.
Si no, podría acudir al mercado interbancario. Es un mercado en el que los bancos se prestan dinero entre ellos; como todos tienen la misma regulación y están supervisados por el Banco de España y el MUS europeo, se fían y se prestan a un interés bajito y sin garantizar las operaciones.
Cuando garantizas el dinero que el banco te presta con tu casa, constituyes una hipoteca. Con una garantía, o colateral, el banco se asegura que, aunque no le devuelvas el dinero, puede vender la prenda y recuperarlo. El caso es que, entre ellos, los bancos se prestan sin dejar nada en prenda, y del tipo de interés al que hagan estas operaciones, se saca el Euribor.
Y la tercera forma en que los bancos pueden conseguir dinero para prestarlo, es acudiendo al BCE y sus operaciones de política monetaria. Pero el BCE si pide una garantía, una prenda.
Un banco consigue dinero de los ahorradores, de otros bancos y del BCE, y me lo presta a mí, y a otras personas y a empresas. ¿Cómo gana dinero?
Pues igual que el comerciante de naranjas. Las compra baratas y las vende más caras. Por eso el tipo de interés que te pagan por dejarle dinero al banco, por abrir un depósito, es menor que el tipo de interés que te cobran por prestarte dinero, por darte una hipoteca. Con una peculiaridad: que al banco le prestan el dinero a corto plazo: a un año, un mes o incluso un día; y él te lo presta a ti a largo plazo: 20, 30, 40 años…
Como lo que mueven es dinero y su función en el crecimiento de la economía es tan importante, juegan con reglas muy estrictas y los supervisores vigilan todo el riesgo que asumen.
Imagínate que el banco te presta a un tipo fijo del 2% a 30 años, pero dentro de 10, los tipos suben y a él le prestan al 3%. Si necesitase dinero, compraría las naranjas más caras de lo que las vende. No le interesa, porque pierde dinero.
Así que lo que hace es decir “si a mí me van a prestar al Euribor, yo voy a prestar al Euribor + 0,5%, y así me aseguro que, sea cual sea el Euribor, no tengo riesgo de tipo de interés y siempre gano un 0,5%”.
El Euribor se mueve por expectativas de los bancos, de cómo creen que van a subir o bajar los tipos a una semana, un mes, un año… Y ahora mismo, sabemos ya que el BCE va a subir los tipos a los que él presta dinero a los bancos. Si un banco cree que el BCE le cobrará un 1% dentro de un año para darle dinero, a otro banco le pedirá un 2%, por ejemplo.
Nos movemos además en un ambiente de crisis, que implica riesgo, y el Euribor recoge también esa expectativa. Por eso andamos todos en vela con las hipotecas variables, que son el 2 de cada 3 firmadas.