MANU MARLASCA Y LUIS RENDUELES

Territorio Negro: El falso cura asesino y su abogado

En 'Territorio Negro', Manu Marlasca y Luis Rendueles nos hablan del asesinato de Juan Carlos Rodríguez Borrego, un hombre diagnosticado con esquizofrenia que murió a manos de un estafador disfrazado de sacerdote.

ondacero.es

Madrid | 24.05.2022 18:49

Un abogado y un delincuente disfrazado de cura son las dos personas que se sentarán próximamente en el banquillo de la Audiencia de Córdoba para responder por el crimen, cometido hace casi cinco años en La Chica Carlota con un único fin: hacerse con el dinero y los bienes de la víctima.

Empecemos por contar quién era la víctima de toda esta historia y qué le unió a su asesino. Juan Carlos Rodríguez Borrego era un hombre nacido en 1973. Soltero, sin hijos, diagnosticado de esquizofrenia paranoide, una enfermedad que le incapacitaba, por lo que recibía una pensión de 1.500 euros mensuales.

Juan Carlos vivía en la Chica Carlota, una aldea de apenas cuarenta habitantes y estaba obsesionado con una idea que no era más que una manifestación de su enfermedad: pensaba que unos sacerdotes habían abusado de él cuando era menor. Por ello, se puso en contacto con otro de los protagonistas de esta historia, el abogado Joaquín Robles, un letrado que ejercía en Madrid.

El abogado le encargó que preparase una denuncia contra los supuestos responsables de estos abusos. El abogado se da cuenta inmediatamente de que está ante un enfermo mental, así que, según la investigación de la Guardia Civil, la acusación y la Fiscalía, urde un plan para sacarle dinero a su cliente, que entre marzo y junio de 2017 le transfiere algo más de nueve mil euros en concepto de provisión de fondos y para pagar a un supuesto investigador.

Un falso cura con antecedentes, el principal sospechoso

Ese investigador es la figura clave de esta historia, un delincuente con antecedentes por robo con violencia e intimidación llamado Pedro Gómez González, que se presentó a Juan Carlos como Felipe Jiménez, vestido de sacerdote y enarbolando el cargo de abogado del arzobispado de Madrid. El falso cura visitó a Juan Carlos en su casa de la Chica Carlota, en la provincia de Córdoba, en el mes de julio de 2017.

Coincidiendo con una visita de ese falso cura e investigador, Juan Carlos desaparece y alguien comienza a echarle de menos. Pasan casi dos meses sin que nadie repare en la desaparición. Juan Carlos vivía bastante aislado hasta de su propia familia. Pero el 24 de octubre de 2017 uno de sus hermanos va a la casa de Juan Carlos, alertado por unos extraños movimientos en la cuenta de su hermano, que prácticamente no gastaba.

La Policía empezó a investigar y al acudir a su domicilio y encontrarlo vacío, rastrearon sus cuentas y el lugar en el que era extraído el dinero, lo que les llevo hasta una ferretería en el que un hombre con indumentaria de sacerdote había comprado una carretilla, unos guantes de piel y una madeja de cuerda.

Esta investigación situaba las conexiones en Madrid, en un locutorio desde donde se estaban llevando a cabo todas las operaciones. Finalmente, la Policía descubrió que el hombre había sido asesinado por el presunto cura, que era un delincuente conocido por los agentes.