Territorio negro: Así se descubrió el mayor laboratorio de cocaína de Europa
Manu Marlasca y Luis Rendueles nos cuentan la macroperación para desmantelar el mayor laboratorio de cocaína de Europa.
En el territorio negro, Manu Marlasca y Luis Rendueles nos cuentan cómo la Policía llegó hasta ese bosque de Galicia, pasando por dos narcos que vivían en la isla de Gran Canaria, un empresario chatarrero vasco y el jefe, el capo, que vivía a todo lujo en la urbanización La Finca, en Madrid, rodeado de famosos, actores y futbolistas.
Vamos a empezar por el final. El día del Padre, San José, 19 de marzo. Hay un atasco enorme en la Nacional VI, en el peaje, de cientos de ciudadanos que vuelven a Madrid para trabajar al día siguiente. Los ciudadanos no lo saben, pero es un atasco, digamos, causado por la Policía. Alguno de los miles de conductores que pasaron un buen rato allí, en el peaje de San Rafael, van a encontrar una explicación ahora.
Agentes de la Brigada Central de Estupefacientes de la Policía estaban siguiendo a una furgoneta de reparto que iba a Madrid desde un bosque gallego, una casa cercana a la aldea de Cotobade, en la provincia de Pontevedra. El conductor de esa muy conocida empresa de reparto había quitado el GPS del coche, de forma que los policías tuvieron que seguirle a piñón, a la antigua. Los investigadores decidieron montar un control como antes, a la salida del peaje en San Rafael, a 60 kilómetros de Madrid. Y eso causó un atasco enorme hasta que llegó la furgoneta y pudo ser registrada. Llevaba, dentro de cajas y relleno de poliespán, unos cien kilos de cocaína listos para vender. Fue el primer golpe de ese día. Pero solo el primero. Poco después, sin que los narcos tengan tiempo para reaccionar, los policías entran en esa casa del bosque gallego, que se había convertido en un verdadero laboratorio de droga, de cocaína, el mayor de Europa conocido hasta ahora Eso es. Hemos dejado un par de vídeos para que se pueda apreciar la zona y la instalación tan profesional que se había hecho allí.
En esa casa de aldea gallega, los policías recuperan otros 50 kilos de cocaína lista para vender, recuperan también 1.300 kilos de pasta base de cocaína y unos 24 mil litros de precursores químicos que se iban a usar para “cocinarla”, convertirla en coca lista para el mercado. Se detiene a los cocineros allí, son todos colombianos, se localizan siete marcianos y se descubre una enorme máquina trituradora de piedra. A ver, que vais muy rápido. Cocineros, marcianos… Qué es todo eso La tendencia de las grandes organizaciones de narcotráfico, en Colombia y Méjico, es traer pasta base de cocaína y convertirla en la droga en Europa. Evitan riesgos y ganan mucho más dinero. Para eso se necesita un laboratorio, un lugar seguro. Allí, los cocineros mezclan la pasta base de la cocaína con productos químicos, como ácido sulfúrico, éter y otros.
Es un proceso muy delicado y ahí intervienen los expertos, los cocineros. También hay un notario que da fe desde el bosque gallego a la organización de que todo se está haciendo bien. Los marcianos son dispositivos cilíndricos que se usan para acelerar ese proceso. Había siete de estos marcianos en la nave gallega. Y la máquina, la trituradora de piedra era la tapadera, el lugar donde estaba escondida la cocaína.
Se desembarcaba en el puerto de Leixoes, en Portugal, y se llevaba luego a la casa, apenas a 150 kilómetros de distancia. Para hacernos una idea de lo profesional que era todo, los especialistas del GOIT de la policía tardaron unas 14 horas en abrir una de esas máquinas que escondían la cocaína. O sea, que ese laboratorio ya estaba funcionando a pleno rendimiento. Imagino que los beneficios son enormes. Vayamos hacia atrás, ¿cómo llega la Policía hasta esa aldea gallega?, porque esta vez no hay narcos gallegos implicados En cuanto a los beneficios, un kilo de pasta base de cocaína se vende en el lugar de producción a 500 /800 euros dependiendo de la zona. El clorhidrato de coca, la coca como la conocemos, ya cocinada, se vende a unos 3.000 euros. En las calles españolas, ese kilo de coca se vende a unos 25.000 o 30.000 euros.
Es un tinglado con unos márgenes de negocio brutales, imparables. En esta historia, la primera pista, el primer hilo del que tirar son dos narcos que viven en la isla de Gran Canaria. Dos tipos discretos, de perfil bajo, pero viejos conocidos de la Brigada Central de Estupefacientes, que nunca pudieron ser detenidos pero digamos que los policías tenían claro a qué se dedicaban, a pesar de que tenían de tapadera una empresa de reformas y obras.
Uno de estos dos canarios tiene una relación sentimental con una chica de origen venezolano. La madre de esa chica tiene una casa muy bucólica en una aldea gallega… Un año antes de que todo acabe, una empresa alquila esa casa, va a convertirla en laboratorio de cocaína. Pero no será tan fácil como eso, las investigaciones de narcotráfico son un puzzle muy complejo Exacto. La nave se pone a nombre de una empresa del País Vasco. Una empresa dedicada a la venta de chatarra. Y esa empresa es la que trae a España una máquina para triturar piedra, algo con cierta lógica. De hecho, esto es un negocio enorme, la máquina iba a ser utilizada luego en temas de chatarra. Esa máquina, esa trituradora, es mejicana, así que todo indica que un cártel mejicano está detrás de una operación tan ambiciosa.
Los cocineros detenidos, en cambio, son colombianos, por lo que la Policía piensa que los mejicanos pusieron el dinero y la máquina para esconder la pasta base y los colombianos ponen a los expertos y la digamos logística del laboratorio. Tenemos dos narcos de Canarias, una novia venezolana, una casa en una aldea gallega, un chatarrero vasco, dinero de Méjico, cocineros de Colombia… ¿Quién se encarga de coordinar todo desde España? Y desde dónde, porque me imagino que ese capo no estaría en la aldea gallega respirando productos químicos y aislado del mundo Nada de eso.
El digamos coordinador desde España, el responsable local de todo esto era Hernando Sánchez Rey. Este hombre es hermano de un narco muy conocido, Germán Sánchez Rey, alias El Coletas, que estaba en la cárcel. El Coletas había sido enlace desde España de un narcotraficante colombiano conocido como El Loco Barrera. El Loco, que lleva años preso en Estados Unidos, fue un tipo muy poderoso, casi un sucesor de Pablo Escobar en su día. El Coletas estaba también en la cárcel, pero su hermano, Hernando, estaba en otros ambientes. En realidad, Hernando vivía en una urbanización de lujo, una de las más exclusivas de España, llamada La Finca, cerca de Madrid. La casa más barata allí cuesta cuatro millones de euros, aunque la mayoría son de 15 o 20 millones. Un estudio pequeño o un apartamento vale 900.000 euros.
En La Finca viven o han vivido, además de este narco, Alejandro Sanz, Fernando Torres, Cristiano Ronaldo, Iker Casillas, David Bustamante, Cristina Pedroche…Por supuesto hay controles de seguridad de entrada y salida, cámaras… Un sitio donde es muy difícil pasar desapercibido. Nosotros no podemos ir allí a tomar un café al Country Club sin dar el cante, vamos. Y cómo pudo la policía investigar en esa urbanización con tantas medidas de seguridad, meterse allí, camuflarse sin ser vista Pues con creatividad. Los agentes de la UDYCO tienen que tener imaginación para mimetizarse con el entorno donde investigan. Tienen que poder ser un yonqui, una mujer de negocios, una pareja pija de novios, obreros que instalan el cable en una calle… En el caso de la urbanización de La Finca, vamos a dar dos disfraces digamos que utilizaron para que los vips y la seguridad de la urbanización no sospecharan. A veces los policías se hicieron pasar por repartidores de Amazon, de esa manera podían entrar y salir.
Otras veces se hicieron pasar por pijos, para eso tuvieron que usar coches de lujo, coches de lujo que habían requisado antes a otras organizaciones de narcotraficantes. Son diez meses tirando de esos hilos: Canarias, País Vasco, Colombia, Galicia…Y esa urbanización de lujo de Madrid vigilando a ese capo. Disfrazándose para no perderle de vista Eso es. Los policías comprobaron que Hernando gastaba unos 15 mil euros al mes. Que acudía con frecuencia a una cadena de gimnasios y que hacía una vida bastante relajada. Que no tenía oficio conocido ni cotizaba a la Seguridad Social, vamos. A veces fue complicado porque los policías mimetizados se cruzaban con famosos y podían ser confundidos por periodistas o paparazzis que a veces intentan colarse por la zona.
Pero todo salió bien. El día del Padre se entra en ese laboratorio de Galicia, en las casas de Canarias y también en la de esa urbanización de Madrid. Decís que se evita el funcionamiento de una fábrica, un laboratorio de cocaína en España, pero también un delito medioambiental Claro. Porque en el laboratorio había 24 mil litros de productos químicos como éter y ácido sulfúrico que iban a ser vertidos luego de producir la cocaína al río cercano a la casa gallega, con lo que arrasarían cualquier signo de vida en la zona. Y ahora se trata de averiguar que cártel de la droga o qué cárteles estaban detrás de una inversión tan ambiciosa, un laboratorio que fabricara 200 kilos de cocaína al día.
Un kilo se vende a 25.000 euros, calculen el negocio. ¿Qué se sabe de los dueños de esa droga? La máquina taladradora es mejicana. Los cocineros que iban a trabajar en el laboratorio gallego, que estaban trabajando ya, eran colombianos. La financiación de todo esto parece que viene de Méjico y la logística puede ser colombiana. Parece que se trataba de una alianza, una especie de unión temporal de narcos, para montar en España el mayor laboratorio de Europa. Y una de las pistas que sigue ahora la policía es la firma, los logos que le iban a poner a los paquetes de cocaína. ¿Cómo que los logos de la cocaína? ¿Es que los narcotraficantes marcan su droga como si fuesen zapatillas de deporte o ganado de una finca? Los buenos narcos sí firman su material. Colocan un logo sobre los paquetes de droga y a veces también sobre la cocaína misma. Es su forma de garantizar la calidad del producto, una especie de sello de denominación de origen, como el vino o los quesos Esos logos sobre la droga también son una medida de seguridad. Si alguien roba esa droga o descuida una parte y trata de colocarla en el mercado todo el mundo sabe quién es el verdadero dueño.
Los narcos veteranos empezaron teniendo detalles o recuerdos para policías o jueces que los investigaban y digamos les daban la lata. El turco Urfi Cetinkaya, uno de los capos de heroína, solía enviar su droga envuelta en lazos de colores, casi siempre azules. Una vez incluso dejó una nota en un alijo que fue descubierto por la policía: “A la salud de mi amigo Baltasar Garzón”, que le había digamos molestado e incluso metido en la cárcel una vez. Y en el caso de este laboratorio instalado en Galicia, ¿la droga estaba firmada? Sí. Los 150 kilos que cogió la policía empaquetados y listos para vender tenían todos el logo de Supermán, el personaje de cómic. Los investigadores consultaron la base de datos de Europol, allí están registrados todos los logos que han utilizado los cárteles para inundar de droga Europa.
La S de Supermán fue utilizada en el pasado por el cártel de Sinaloa, el cártel mejicano que dirigiera El Chapo Guzmán en su día. O sea, que ¿detrás de ese laboratorio instalado en España puede estar el cártel del Chapo Guzmán o sus herederos? Aun no se sabe. Un grupo mejicano sí que parece estar detrás de todo ese ambicioso proyecto. ¿Habéis dicho que hay una base de imágenes y datos de todas las firmas que han usado los narcos para vender su droga en Europa? Es una base de datos cerrada, a la que solo pueden entrar los investigadores, lógicamente. Los narcos buenos no es que firmen, es que reproducen los logotipos iguales que las marcas originales. Casi siempre se copian marcas muy prestigiosas y vinculadas al lujo: se han usado logos de Rólex, por ejemplo, también de Nike, Louis Vouitton…