Crimen del niño de Lardero: ¿Cuál es el historial delictivo de Francisco Javier Almeida?
Sobre el asesinato de Alex y sobre su asesino, Francisco Javier Almeida nos hablan en su "Territorio Negro", Luis Rendueles y Manu Marlasca.
El pasado 28 de octubre, una localidad riojana cercana a Logroño, Lardero, fue el escenario de un crimen terrible. Alex, un niño de nueve años, murió asesinado por alguien que ya había escrito otra página de esa crónica negra. Francisco Javier Almeida mató en 1998 y volvió a hacerlo, tan solo año y medio después de salir de prisión. Entonces fue a una mujer en un crimen sádico, de una crueldad enorme, ahora ha sido a un niño.
A Francisco Javier Almeida le han trasladado a la cárcel de Segovia, ya que en Logroño (donde estuvo cumpliendo el tercer grado entre febrero y abril de 2020) no estaba seguro. Lo primero que hizo fue solicitar los servicios del sacerdote de la cárcel.
Almeida está en el protocolo de prevención de suicidios, con un preso sombra las 24 horas.
El crimen de Álex
Todo ocurre el 28 de octubre, fiesta de Halloween, en la urbanización Villa Patro, de Lardero. El asesino confunde a Álex con una niña por su disfraz de exorcista. Le dice que le va a enseñar un cachorrito. Finalmente, una niña avisa hacia donde ha ido el pequeño y lo encuentran en brazos de Almeida, que dice que se ha desmayado. Estaba estrangulado. Es detenido allí en el instante mientras los servicios de emergencia tratan de reanimar a Alex sin conseguirlo. A pesar del intento de linchamiento por parte de los vecinos, él se mantiene frío como un témpano.
¿Qué hizo Almeida en el tiempo que estuvo en libertad?
Almeida llevaba en libertad desde abril de 2020, un año y medio antes. Obtuvo la libertad condicional tres años antes, cuando su condena se extinguía en 2023. Su hermana se hizo cargo de él y vivió con ella en Logroño, pero al poco tiempo, le pidió que se marchase.
Francisco Javier encontró una casa en Lardero, una ciudad con muchas urbanizaciones y parques con niños. Trabajaba en una empresa de limpieza, dedicada a la reinserción laboral de presos y pagaba 500 euros por el alquiler. No trataba con los vecinos. Bajaba al supermercado a por cervezas y se hacía llamar Pachi.
Lo que dice prisiones es que realizó dieciséis intervenciones con él desde su salida en libertad condicional: son actuaciones de seguimiento, entrevistas telefónicas y personales, una de ellas en el piso donde vivía. Debía comunicar cambios de domicilio y de teléfono y cada dos meses, acudir a la oficina del Servicio de Gestión de Penas y Medidas Alternativas de la prisión de Logroño hasta 2023. Además, justificaba estar dedicando parte de su sueldo a pagar la responsabilidad civil a la que fue condenado. Cumplía todos los requisitos para mantener la libertad condicional.
¿Cómo consiguió la libertad condicional?
En 2020 se concedió la libertad provisional a él y a otros 3.653 internos con todo tipo de delitos. En febrero de 2020 pasó de El Dueso a Logroño, porque obtuvo el tercer grado ya que cumplía todos los requisitos: tres cuartas partes de condena, disfrutó de 39 permisos desde 2013 y buen comportamiento.
Cuando Almeida pidió el tercer grado, parte de la Junta de Tratamiento se opuso, pero IIPP lo aprobó. Una vez en tercer grado él pidió la libertad condicional. El juez se lo concedió sin que el fiscal se opusiese. El 8 de abril de 2020 salió en libertad.
El historial delictivo de Francisco Javier
El 5 de octubre de 1989, él tenía 22 años e interceptó en la calle a una menor de 13 años que se dirigía al colegio y que vivía en su bloque, en Logroño. Le dijo que su madre se había puesto enferma, por lo que tenía que volver rápidamente a su domicilio. Ésta accedió y nada más llegar al portal del edificio, Almeida la metió en su piso. Subieron y cuando ambos entraron, éste le reconoció que todo era mentira. Entonces, le empezó a proferir frases obscenas de contenido sexual, sobre sus experiencias personales. La ató en una silla, rodeando su cuello con una cuerda, dando varias vueltas con la mano hasta que ésta perdió el conocimiento. Cuando volvió en sí, la víctima vio que Almeida tenía el pantalón y la cremallera bajados y un amplio surco mojado. Fue el agresor quien desató a la menor y le abrió la puerta para que se fuera. Tras ello, avisó a la Policía y éste fue detenido y condenado a siete años de cárcel, de los que cumplió cuatro, de 1993 a 1997.
Poco después salió en libertad y cometió el crimen de la inmobiliaria, un terrible y cruel asesinato. El 17 de agosto de 1998, él tenía 31 años. con la excusa de visitar un piso agredió a Carmen López de 24 años, con 16 puñaladas superficiales de control para asustarla, le hizo un corte en la tráquea, cortes en la vagina mientras él se masturbaba, le mordió en los labios y le dio una puñalada final en el corazón.
La infancia de Almeida
Según Francisco Javier, es impotente tras una operación de testículo, lo que desmintieron los médicos. También asegura que sufrió acoso de pequeño por su sordera. Pese a ello, estudió hasta cuarto de solfeo. Sus padres murieron: su madre de muerte natural en 2008 y su padre se suicidó tras el crimen de la inmobiliaria.
Uno de los pocos trabajos que tuvo Almeida antes de su ingreso en prisión fue como vigilante de seguridad.