La Audiencia Nacional hizo pública la semana pasada la sentencia contra los 3 miembros de la célula yihadista de Ripoll, la responsable de los atentados terroristas en Cambrils y Barcelona en 2017. Charlamos con el inspector que estuvo al frente de la investigación de los Mossos d'Esquadra, que nos explica que un detalle relevante para el caso fue la explosión del chalet en el que preparaban los ataques: "Si no hubiera sucedido, podríamos haberlo detectado más fácilmente porque esto nos dice que se llevó a cabo con un fuerte componente de improvisación".
Sin embargo, también hace hincapié en el hecho que de no haber sido capaces de detectarlo, el resultado habría sido desastroso porque el atentado se habría producido con explosivos.
Durante estos años, ha habido muchas teorías conspiratorias acerca de los atentados, no obstante, el inspector recuerda que hay que centrarse solo en "lo que se sabe con seguridad". Se habló incluso de que el líder de la célula, el imán de Ripoll había tenido relación con los Servicios Secretos Nacionales.
Desde este equipo de trabajo, el objetivo era conocer cómo habían llegado a radicalizarse los jóvenes: "La detección temprana es fundamental. Se monitorizan sus redes, ya que allí tienen los contactos iniciales con los líderes yihadistas. También se investiga a aquellos que se sabe seguro que pertenecen a las organizaciones terroristas".
En este caso concreto, estudiaron como los 3 hermanos mayores de esta familia acabaron obedeciendo al imán de Ripoll. Ellos ya mostraban interés por la actividad yihadista y la violencia, pero fue tras conocerle, en 2015, cuando consiguió darles el fundamento ideológico a los jóvenes.