Los activistas no hacen ningún favor a los animales con estos asaltos. Hemos hablado con Ricard Parés, Presidente del Colegio de Veterinarios de Barcelona.
"Cualquier entrada no controlada en una explotación ganadera tiene dos consecuencias: la posibilidad de transmisión de enfermedades y el efecto sobre el bienestar de los animales", ha declarado Ricard.
En el caso concreto de los conejos, solo el estrés es insoportable, considerando que es un animal que lleva ser "la presa" en su ADN y asume cualquier presencia ajena como un depredador.
Algunos de los episodios protagonizados por activistas resultaron devastadores, como cuando en Galicia liberaron a 30.000 visones americanos.