Gonzo ha seguido muy de cerca el caso de María José Carrasco y Ángel Hernández desde que saltó a los medios de comunicación. "Los conocí el 28 de octubre, cuando María José y Ángel ya estaban en la última fase del proceso", asegura Gonzo, que considera a Ángel "un pequeño héroe".
"La noche en la que la proposición de ley salió adelante dormí muy bien, creo que desde el 3 de abril (día en el que Hernández ayudó a su mujer a morir) no dormía, porque me pasaba los días maquinando cómo esa ley podía salir adelante", dice Ángel Hernández, que según Gonzo, "tiene mucho mejor aspecto".
"Al principio me enfadé muchísimo, después, tras reflexionarlo, llegué a la conclusión de que quien me conoce sabe perfectamente que jamás he sido violento", explica Hernández sobre su situación judicial, que está denunciado en un juzgado de violencia sobre la mujer. Está convencido de que lo juzgarán. "Si me juzgan antes de que se cambie el artículo 143, es algo punible", dice Hernández, al que sin embargo, no le quita el sueño en absoluto el posible juicio.
"Recuerdo que la primera frase que me dijo Ángel Hernández después de la muerte de María José Carrasco fue que estaba bien porque la última cara que había visto de María José era de felicidad", asegura Gonzo, que explica, eso marcó la emocionante entrevista que realizó a Hernández después de que este saliera del calabozo.
Sobre el día en que ayudó a su mujer a morir, Ángel Hernández nos ha admitido emocionado que estuvo a punto de pedirle que "esperase un poco más". "Eso todavía lo llevo encima, estoy seguro de que ella por no verme sufrir habría dicho de esperar un poco más, pero no había un día que no pasara terribles dolores... así que me mordí la lengua", cuenta Hernández.
CARRASCO, UNA MUJER POR LA QUE PASÓ LA HISTORIA DE ESPAÑA
"Ahora lo paso peor que durante el proceso, porque ahora soy consciente de que María José no volverá", dice emocionado Hernández. Gonzo y Ángel Hernández recuerdan a María José Carrasco, "una mujer por la que ha pasado la historia de España", Carrasco militó en las juventudes comunistas, conoció a Rafael Alberti y su padre estuvo a punto de ser víctima de la matanza de abogados de Atocha. "María José salvó la vida a su padre porque le pidió ayuda para una asignatura en la que no daba pie con bola", cuenta Hernández.
Sobre su relación con Carrasco, Ángel Hernández asegura: "siempre me he preguntado por qué me eligió a mí, que le sacaba ocho años". "Ojalá hubiésemos tenido la posibilidad de tener un fármaco que frenara la esclerosis múltiple, ella quería vivir. Por eso he legado el dinero", explica.
Ángel Hernández demuestra en sus palabras la admiración por su mujer: "María José me desasnó, me pulió y me convirtió en quién soy".
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