Recomendaciones para conservar los alimentos: "Huevos y leche nunca deben ir en la puerta del frigorífico"

Licenciada en Ciencia y Tecnología de alimentos y experta en seguridad alimentaria, Beatriz Robles ha publicado el libro 'Come seguro comiendo de todo' en el que da consejos y recomendaciones para una buena conservación de los alimentos y desmiente algunos hábitos que mucha gente practica y que no resultan tan beneficiosos para la salud como pensamos.

Entre otras, recomienda comprar la fruta entera y no troceada porque esta ya la tendríamos que llevar directamente al frigorífico debido a que en la superficie se acumulan microorganismos: "Si se quedan a temperatura ambiente, se reproducen y se introducen en el interior de la fruta".

Asimismo, desmiente el bulo de que la nevera se estropea por meter un alimento recién cocinado y caliente. Asegura que podemos dejar enfría el alimento unos minutos, pero en ningún caso horas. Eso sí, es prioritario introducir el alimento en un tupper y separado de los demás, porque la alta temperatura puede hacer que se eleve la de los alimentos de alrededor.

Es contundente al afirmar que siempre hay que respetar la fecha de caducidad de los alimentos y nunca consumirlos después de la misma porque no se garantiza la seguridad en su consumo, y pide siempre diferenciarla de la fecha de consumo preferente. Aunque, en el caso de los huevos, es mucho más estricta: "No se pueden consumir después de la fecha de consumo preferente porque se incrementa la posibilidad de sufrir salmonelosis, aunque estén bien cocinados".

Además, asegura que nunca se deben dejar los huevos ni la leche en la puerta del frigorífico porque es la zona donde más fluctuaciones de temperatura hay y puede influir en el estado del producto.

Respecto a las recomendaciones que da en tiempos de COVID-19, reitera que el coronavirus no se transmite por vía alimentaria, y asegura que en los productos que compremos, debemos retirar siempre que podamos el envase y lavar los alimentos con agua y jabón (si se hace con lejía, siempre con las concentraciones adecuadas de una cucharadita de lejía por cada tres litros de agua).

Por último, comenta en qué consiste el 'Método Fifo' de organización de alimentos y da recomendaciones sobre cada cuánto tiempo hay que cambiar las bayetas y los estropajos que utilizamos para limpiar los platos en el fregadero.

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