¿Qué impacto psicológico ha tenido el 'caso Alcàsser' en las mujeres de las últimas generaciones?
Nerea Barjola, autora del libro 'Microfísica sexista del poder', nos habla de las consecuencias psicológicas y sociales que tuvo el crimen de Alcàsser en las mujeres.
El 13 de noviembre de 1992 se produjo uno de los crímenes que todo el país sigue recordando: el caso Alcàsser. Desaparecieron Desiré, Miriam y Antonia, pero sus cuerpos fueron encontrados después de ser violadas, torturadas y asesinadas. Nerea Barjola, politóloga, se basa en esto para el tema central de su libro 'Microfísica sexista del poder': "Esta fue la primera vez que me puse en contacto con el terror sexual, antes no pensaba que me pudiera ocurrir".
Así, enuncia que casos como estos sirven para "construir narrativas" que tiene consecuencias en "nuestras vidas y cuerpos". "El conjunto social comprende y reproduce la violencia sexual. Esto es un ejemplo de "qué debemos o no hacer y qué límites no podemos cruzar".
"Tuvo un impacto corporal enorme en las mujeres, ya que hizo que no puedan hacer lo que quieran con sus cuerpos", justifica.
Barjola argumenta que estos relatos hacen retroceder los movimientos sociales
Compara este caso con el de Jack el Destripador, porque pretende no solo dar los detalles, sino analizar el contexto en el que se creó el relato del terror sexual en las mujeres. "Asesinaba solo a trabajadoras sexuales en un momento en el que las mujeres iban ganando espacio público. Esto servía para avisarlas de que si ocupaban ese espacio podía pasarles lo mismo", reflexiona.
Por ello, se centra también en la figura del agresor, al que no ve como un ser raro o excepcional, sino que para ella "el machismo es la ideología que sostiene el maltrato y es transversal".
En el caso de Alcàsser, manifiesta que tuvieron mucha importancia los movimientos feministas de los 80, teniendo en cuenta que estos avances "chocaron" contra este relato. "Se quería volver hacia atrás a través del relato", añade.