Nacidos por donaciones anónimas: ¿Tienen derecho a conocer sus orígenes biológicos?
¿Las donaciones de semen y óvulos deben ser anónimas? Hijos de donantes y familias que han recurrido a la reproducción asistida nos hablan sobre el derecho a conocer quiénes son sus progenitores biológicos.
En España, el 9% de los nacimientos son por reproducción asistida y de ese porcentaje, un 3% ha usado óvulos o espermatozoides de donantes (o ambas). En nuestro país, la ley estipula que las donaciones de óvulos y espermatozoides deben ser anónimas, pero en otros países como Portugal, Alemania o Suecia, no es así.
No obstante, en los países en los que los hijos tienen derecho a conocer la identidad de sus padres biológicos al cumplir los 18 años, las donaciones han caído. Entonces, ¿es esta una medida contraproducente? ¿Conocer nuestros orígenes biológicos es un derecho?
Algunos de los nacidos por reproducción asistida no lo saben y otros sí, y algunos de los que lo saben no están de acuerdo con el anonimato. Es el caso de Miquel Roura. Él tiene 40 años y fue concebido con el semen de donante. Trabaja para formar una Asociación para conocer sus orígenes biológicos.
"Pedimos la abolición el anonimato porque vulnera nuestros derechos y en España el secretismo es muy fuerte", critica Miquel. Asegura que para él "no es un donante, es su padre biológico".
Miquel califica de "indignante" que una clínica tenga más información sobre él que él mismo y considera que le están "quitando" su "patrimonio genético".
En contraposición, Marta, madre de un niño por reproducción asistida , cree que no es necesario que su hijo conozca el nombre de su progenitor biológico y nunca le ha interesado saberlo. "Mi hijo está muy agradecido a esa persona pero sabe que no es su familia".
El Doctor José Codesido, presidente de La Asociación Nacional de Clínicas de Reproducción Asistida (ANACER), explica que en España hay "unos 15.000 nacidos por reproducción asistida al año, y solo 10 personas están interesadas en conocer a sus donantes".
"La ley da unas garantías de calidad y seguridad a todos los implicados en la técnica que se basan tres principios: donación voluntaria, anónima y altruista", y aclara que nuestro país, "no se paga por los óvulos o los espermatozoides".