La invasión de Rusia a Ucrania hace hoy 46 días nos está retransmitiendo en tiempo real un conflicto bélico que tiene cientos de miles de desplazados que, obligados a dejar atrás sus vidas, sus familias, sus casas y sus paisajes, se han trasladado a vivir a otros países huyendo de la guerra y en busca de una vida mejor.
En 'Julia en la Onda', hablamos de una historia que tiene un siglo, pero que ha llegado a nuestros días gracias a la memoria de sus descendientes, como la escritora Irma Adler Kavlin, procedente de La Paz, en Bolivia, y cuya historia es fruto de la diásfora y de los exilios de varias guerras.
La historia de su bisabuela, Raquel Kavlin, le ha inspirado a escribir una historia que nos traslada hasta Bielorrusia hace un siglo, en la que nos refleja los sinsabores sociales y políticos que vivió una familia en tiempos de guerra y revolución, y que lleva por nombre 'Fósforo Rojo'.
Kavlin asegura que una gran parte de la documentación que utilizó para contar la historia fue inspiración de sus antepasados, también mediante imágenes que logró rescatar y que forman parte de la historia: "me tuve que documentar mucho, pero tuve la suerte de que mis primos ya habían recabado algún testimonio familiar antes".
'Fósforo Rojo' es la primera novela de Adler Kavlin, y según reconoce "fue fruto de la casualidad, ya que en mis tiempos de estudiante una profesora me animó a escribir la historia de mi familia después de ver un álbum de fotos que le enseñé". Los beneficios de este libro irán destinados a la ayuda para luchar contra la trata a través de la ONG 'Sonrisas de Bombay'.
En ella retrata una época histórica muy revuelta en la que se retrata la convivencia entre judíos y gentiles en Bielorrusia, una convivencia que, a pesar de ser buena, obligaba a los judíos a vivir bajo sospecha: "en mi caso, la unión entre dos familias de gentiles y judíos hizo que la situación no fuera tan compleja, ya que no era común".