Es un tema que ha pasado de preocupar sólo a Galicia a toda España.
Todo comienza cuando Núñez Feijóo tomó una de sus primeras medidas: anular un concurso eólico, uno de los proyectos estrella del bloque nacionalista gallego.
Tras todos estos años, el Tribunal Supremo acaba de decir que esta suspensión se hizo de manera ilegal. Es por eso por lo que la industria eólica no levanta cabeza. El principal artífice de ese concurso y una de sus víctimas políticas fue Anxo Quintana, ex vicepresidente de la Xunta.
“Después de 6 años las cosas se ponen en su sitio, pero por medio queda un desastre que impidió que Galicia se convirtiera en pionera en producción eléctrica a través de la generación eólica”, afirma el político. Además, Quintana menciona que “en seis años no fueron capaces de colocar un solo molinillo eléctrico. El negocio eólico ya no existe”.
El secretario general de la Asociación Eólica de Galicia, Iñigo Muniozgurez declara que ahora mismo hay 28 empresas que se dedican al sector. “Parte de esas empresas se vieron perjudicadas por el concurso eólico”, admite el responsable.
Por su contra, el portavoz del Partido Popular en el Parlamento Gallego, Miguel Tellado, asegura han cumplido con la ley.