"Me rompí, un día mi mundo se vino abajo y no lo vi venir. Es el caos y el dolor que llegó de golpe sin avisar. Todo me parecía nuevo. Ni siquiera me reconocía a mí misma". Así comienza 'Caminar sin punteras' el último libro de Almudena Cid en el que cuenta cómo vivió su ruptura con el presentador de televisión Christian Gálvez, tras quince años de relación.
Cid, que además de actriz y escritora ha sido una de las deportistas olímpicas más importantes de la historia de España, cuenta cómo su propio deporte, la gimnasia rítmica, le ayudó durante esta etapa.
"Quise analizar de dónde venía mi forma de actuar y me di cuenta de que tenía mucho que ver con lo que aprendí de los aparatos de la (gimnasia) rítmica. El constante movimiento de la cinta para dibujar serpentinas y espirales, cuando parar es penalizar... No puedes parar aunque estés rota, como salí a competir con el menisco o un pie roto", explica.
La escritora relaciona, además, su ruptura con la retirada explicando que la gran diferencia entre ambas fue que una la retirada la pudo planificar. "Cuando tienes el control sobre tus finales es muy tranquilizador. Cuando las cosas no dependen de ti y no te lo esperas hay un duelo, tienes que transitarlo, atravesarlo y no puedes eludirlo".
También lo relaciona con las lesiones, afirmando que el dolor emocional puede compararse al físico. "Tiene todo que ver. Cuando se te rompe un pie, como me pasó antes de los JJOO de Atenas, pensé que los Juegos se me habían ido. Empecé a buscar alternativas y ese pie se recuperó milagrosamente en tres semanas y llegué a los juegos mucho más relajada, había descansado mentalmente, e hice la competición de mi vida", cuenta Cid.