El confinamiento debido al coronavirus ha supuesto que tengamos que pasar mucho tiempo en casa sin hacer nada y esto nos permite replantearnos por qué vivimos de forma tan acelerada y sin momentos para parar. No podemos descansar, ni tampoco aburrirnos. Esto parece un tema nuevo debido a la llegada de internet, sin embargo, hace un siglo ya se decía lo mismo. ¿Cómo hacer para no hacer nada? ¿Cómo reclamar nuestro derecho al aburrimiento? Lo analizamos con Fernando Iwasaki, Juan Soto Ivars y Noelia Adánez.
Iwasaki señala que vivimos en una sociedad con una "velocidad vertiginosa", lo que nos impide tener tiempo para parar y "nos quita la capacidad de aburrirnos".
Por su parte, Soto Ivars apunta que "ahora no nos aburrimos, nos abducimos" a causa de la tecnología. "Antes veías personas en el metro pensando en sus cosas o mirando a la gente y ahora solo están con sus móviles". Por eso, añade que internet nos impide no hacer nada "porque tiene muchas distracciones".