Los que estuvimos casi en la fundación de Onda Cero, con la ONCE como patrón por cierto, recordamos la modernidad que introdujo nuestro logo y lo rompedor de nuestro nombre. Javier Mariscal, el diseñador fetiche de los Juegos Olímpicos de Barcelona, puso imaginación y color verde a una imagen de marca que hace 25 años parecía una osadía. Como lo fue introducir el número 0 como seña de identidad. Faltaba mucho para que la mala reputación del 0 se convirtiera en todo lo contrario, en signo de modernidad y nuevos tiempos. Hoy todo en nuestro mundo tiene su punto 0, especialmente las nuevas tecnologías, pero hace 25 años parecía una apuesta arriesgada e insolente.
Y aquí estamos, 25 años después, con la alegría de haber peleado por una radio plural, e integrados en el primer grupo de comunicación del país, Atresmedia.
Aunque tosan, seguiremos en ese empeño.