Desde el banquillo de los acusados han escuchado esa petición de pena que no ha podido rebajarse al defender los imputados su inocencia, no mostrar por tanto arrepentimiento y, sobre todo, no haber hecho frente a la solicitud de 6,2 millones de euros como responsabilidad civil.
Dice Horrach que Urdangarín y Torres crearon una “maraña de facturación ficticia, con cifras desproporcionadas, para llevarse dinero público de Valencia, Madrid y Baleares”.
Con independencia de lo que decida la Justicia, llama la atención las comunidades en las que Noos y todo su entramado pudo conseguir esa cantidad ingente de dinero público, comunidades donde la corrupción, en otros casos, parece sistémica.
Desde luego, cabe esperar que el castigo penal de los que alegremente pagaron con dinero que no era suyo, sino de los ciudadanos, también sea ejemplarizante.