Pues bien, las entidades financieras se apropiaron durante el año pasado de casi 50.000 pisos de los que casi 40 mil eran primera vivienda.
La cifra total de familias desahuciadas fue el año pasado un 10% superior al 2012, aunque hubo menos desalojos con intervención de las fuerzas del orden. El código de buenas prácticas que puso en marcha el gobierno no ha conseguido más que el 32% de las daciones en pago, es decir, la inmensa mayoría, el 68%, han sido desalojados de su casa pero siguen debiendo en muchos casos más de lo que ahora mismo cuesta su vivienda.
Es el drama de los desahucios, menos visible en los últimos meses, pero igual de desolador para las miles de familias afectadas.