Los relatos a los que hace mención son escalofriantes y, las 19 guardianas 'fueron realmente imprescindibles para la máquina bélica de la ejecución de las víctimas en el holocausto'. Cuenta como, en alguna ocasión, llegaron a arrojar a niños vivos al crematorio o extirpar piel humana tatuada para elaborar lámparas.
Mónica González Álvarez también menciona en el libro algunas de las 400 mujeres españolas que estuvieron cautivas en el campo de concentración de Ravensbrück como Neus Catalá, Secundina Barceló o Carme Núñez, 'porque es importante saber que muchas españolas estuvieron en campos de concentración porque estaban en contra del partido nacional socialista alemán'.
En el libro la autora, hace una distinción entre las 7 arcángeles y las apóstoles. Mónica cuenta que 'muchas de estas mujeres imponían mucho y algunos hombres las tenían miedo'. Las 7 mujeres que tuvieron más peso fueron juzgadas; 5 de ellas murieron en la cárcel suicidándose y, las otras 2 desaparecieron.