"Me gusta más la moto que mi marido"; así nos lo ha contado Juana, uno de los fósforos de hoy que a los 60 años se ha hecho moterasuperando el miedo que tenía a la carretera y disfrutando de esta nueva forma de vida en familia.
Antonio nos dice que ir a una concentración de moteros supone ver auténticas transformaciones: "Allí ves a médicos y abogados que de pronto llevan hierros y chaquetas de cuero, es como ver al Doctor Jekyll y Ms Hide".
José Luis asegura que las grandes concentraciones como Pingüinos, Faro o Elefantes, mueven cada vez más dinero y turismo y que por esta razón, los moteros cada vez agradecen más las pequeñas concentraciones que según dice, son más cercanas y "te lo pasas bomba".
Ramón ha intervenido para reivindicar la figura del motero. Este fósforo nos ha contado que pertenece a una asociación de 'Moteros Solidarios' en la que enseñan a personas con discapacidad a manejar las motos en espacios cerrados. En este sentido, otro fósforo, José, nos cuenta que existen motos especiales para aquellos moteros que, tras sufrir un accidente en el que han quedado paralíticos, no han querido dejar de lado esta forma de vida.