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María acudió a un curandero porque un familiar de su marido tenía depresión. Entraron en un cuarto lleno de estampitas y dice que 'aquello era un show, pero estaba lleno de gente'.
Luis nos dice que cuando su hijo era pequeño le llevaron a un curandero porque siempre estaba malo. Les aconsejo que si tenían perro le bañaran y luego bañaran al niño en el mismo barreño donde habían metido al perro. No lo hicieron y cuando acudieron al médico de nuevo les dijeron que el niño tenía una hernia de hiato.
Mari Ángeles nos cuenta que sufrió una parálisis facial y acudió a un curandero. Ella es muy escrupulosa y el curandero se escupió en la mano y se la pasó por la cara. No volvió al curandero y al final siguió el tratamiento del médico y logró recuperarse casi totalmente.
Sergio nos cuenta que un amigo de su suegro acudió a un curandero para dejar de fumar y él también acudió. El curandero empezó a apretarle la oreja haciéndole 'un daño impresionante', después les dijo que a la segunda calada que le dieran a un cigarro se marearían y no fumarían más. Sergio nos dice que no sintió nada y que le volvió a coger la oreja, luego se fumó el cigarro y siguió fumando.
Alejandro nos dice que fue a una vidente y que en cinco sesiones pudo 'hablar hasta con San Francisco Javier'. En este caso el Santo le decía que iba a sacarse las oposiciones aunque iba a tardar un poco, al final no las llegó a aprobar.
César trabaja en un despacho de detectives privados y un cliente quería averiguar si su ex mujer tenía ingresos de algún tipo para una modificación de medidas. Resultó que esa mujer tenía un local donde trabajaba como médium y una detective la grabó con una cámara oculta sin que ella pudiese adivinar que la estaban grabando.