Fósforos: ¿Eres un ‘fósforo’ fiel?
En los Fósforos echamos la vista diez años atrás para recordar el nacimiento de esta sección del programa. Fue en Radio Nacional de España y nos acordamos de los mejores momentos.
Queremos saber si has sido un ‘fósforo’ fiel y cuáles son los momentos que más te han gustado. ¿Recuerdas la primera llamada que recibió el programa? ¿Has leído el libro de los Fósforos? Cuéntanoslo en @herreraenlaonda o llamando al 91 426 25 99.
Hace diez años Herrera hacía esta sección en otra emisora, en Radio Nacional de España. Fue Emilia, una mujer de Valladolid, la que llamó y se definió como una Fósfora, desde ahí el nombre del espacio. Recordamos cómo fue ese momento.
Una de las llamadas más graciosas que recordamos es la de un oyente que cuenta cómo la hija de unos amigos suyos va a su casa a devorar el jamón serrano. ‘Mis amigos quieren ir de sanos y dicen que es carne muerta, pero como es mi ahijada yo le doy jamón’.
Uno de los días los Fósforos trataban de ‘apretones’, uno de los oyentes llamó para contar que iba en moto cuando le entraron ganas de ir al baño y se lo tuvo que hacer encima; la policía le paró, pero viendo la situación, le dejaron pasar sin problema ‘dejadlo pasar que se va cagando’.
Las noches de bodas fue otro de los temas más graciosos de esta sección, una oyente cuenta que una amiga suya creyendo que cogía lubricante cogió, a oscuras, betún negro. Cuando encendieron las luces, estaban completamente negros.
En la cocina se puede ser torpe o muy apañado, una oyente explica que fue a casa de un amigo a comer y tenía que freír croquetas. Su amigo había puesto la freidora al gas y no las había enchufado a la luz, quedó totalmente derretida.
¿Eres celoso? Fue una pregunta que se lanzó a los oyentes; uno de ellos cuenta que ‘se me quitaron de golpe’. Estaban en la playa y su mujer hizo top-less, algo que no le gustó nada; se dedicó a tirarle arena y a insultarla, pero resulta que no era su mujer era otra.
Una llamada que gustó mucho a los oyentes tiene que ver con regalos que no puedes devolver. A un oyente y a su mujer les regalaron unas lámparas que no les gustaban nada, siempre las tenían escondidas hasta que un día los que se las regalaron fueron a su casa. Su mujer cambio rápidamente las lámparas y las puso debajo de la cama, cuando fue a encender la luz se encendió debajo de la cama. Todo acabó en risas con sus amigos.
La ‘famosa llamada del tanque’ aparece en este libro. Un oyente cuenta que hizo la mili durante la Guerra del Golfo, y él se pasó la mili en un tanque. Uno de sus compañeros se quitó una bota y aquel olor era horrible, otro le dijo ‘mátalo tú y diremos que fue un accidente’. Resulta que el susodicho no se había duchado en seis meses.