Editorial de Herrera: ‘Desde los propios clubs nadie ha dicho que es bueno respetar los símbolos’
Carlos Herrera arranca el editorial haciendo valoración de la huelga educativa y defiende a aquellos que han acusado a Esperanza Aguirre de desviar la atención del problema del déficit de Madrid hablando de la final de la Copa del Rey.
Herrera arranca el editorial afirmando que siempre hay disparidad en las asistencias a las huelgas: “el que dice que ha ido afirma que es del 90% y el que la controla y está enfrente dice el 5%”. Se puede afirmar que las calles estaban llenas pero las aulas también lo estaban a excepción de algunos piquetes habituales que usaron la violencia y la coacción y que responden diciendo que es consustancial con las huelgas. Se quejaban de los recortes educativos animados por la izquierda sindical mientras que desde el ministerio se habla de reformas y optimización". Muchos de los que asistieron a la manifestación afirma Herrera “estuvieron en el Gobierno cuando la educación ha vivido las peores cifras y marcadores.
Pero Herrera cree que hoy no nos la jugamos en la huelga sino en la reunión de la Cumbre de Bruselas sobre el pacto de crecimiento donde se hablará de como orientar y conseguir el crecimiento y saber dirimir que ajuste y crecimiento no son medidas antagónicas.
Además, apunta a la polémica de la final de la Copa del Rey a raíz de las declaraciones de Esperanza Aguirre en su programa en el que decía que el partido debería hacerse a puerta cerrada si continuaban las amenazas de pitadas al himno o al heredero de la Corona. Acerca de los que la han acusado de querer tapar con el tema del fútbol, el asunto del déficit, Herrera responde a favor de la presidenta de la Comunidad de Madrid afirmando que “se habló del déficit durante un buen rato pero a requerimiento del programa contestó a la pregunta sobre como entendía esa conflictiva final de Copa”. El Ministro del Interior ha afirmado que habrá partido y Zarzuela ha dicho que irá. Herrera insiste en que los partidos que han instado a pitar el himno y al príncipe es una manera de protestar y además no puedes poner un policía detrás de cada persona que pite pero hay gente que tiene respeto a su bandera y a su Príncipe. El problema no es que algunos piten sino que desde instancias oficiales se anime a ello y que desde los propios clubs nadie haya tenido la poca vergüenza de decir que es bueno respetar los símbolos que presentan a tantas personas.