Billy el Niño

Viaje al Salvaje Oeste americano

Hoy 14 de julio, se cumple una singular efeméride: el aniversario de la muerte del muy legendario pistolero Billy el Niño y por eso les proponemos viajar al Salvaje Oeste americano, a los lugares donde transcurrió la vida de Billy.

Mariano López

Estados Unidos |

Pocas figuras en la historia de Estados Unidos y en la historia del cine y de la televisión, han conseguido alcanzar el nivel de fascinación que acompaña, generación tras generación, la leyenda de Billy el Niño, a quien vamos a seguir la pista por los lugares que conservan su memoria, lugares muy visitados en Estados Unidos porque conservan todo el paisaje, el atractivo, del género cinematográfico del western. Pero antes vamos a viajar a otro lugar, señero en la historia del Oeste, y del cine:

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Tombstone, el pueblo del sheriff Wyatt Earp y del duelo a muerte en OK Corral

Tombstone nació como un puesto militar, de avanzada en la lucha de la caballería contra los apaches chiricauas. Pocos años después, apareció una veta de plata y la fiebre por la plata atrajo a la ciudad pistoleros, bandidos, de todo menos mineros. La ciudad confió la ley y el orden al sheriff Wyatt Earp, protagonista, junto con sus hermanos Virgil y Morgan y su amigo Doc Holiday del duelo más famoso de la historia del Oeste. Ocurrió en un descampado, junto a un corral, en la calle principal de Tombstone. Allí, Wyatt y su grupo se enfrentaron a la banda llamada los Cowboys, cinco pistoleros que se negaban a entregar sus armas. 30 segundos y unos 30 disparos después, tres pistoleros de los Cowboys yacían en el suelo, los otros dos lograron escapar. Gracias al eco que ha tenido este suceso en el cine, la ciudad de Tombstone sigue viva, es un notable destino turístico. Todos los días, a las 2 y a las 3 y media de la tarde, se representa en un restaurado corral, con asientos, se teatraliza el duelo de los Earp contra los Cowboys, en la parte de Tombstone que ha conservado y restaurado edificios, establos, herrerías, y el saloon de Big Nose Kate, Narizotas Kate, que según Doc Holiday era el mejor bar del Oeste. Y de aquí, de Tombstone, nos vamos a Silver City, para encontrarnos con Billy el Niño.

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Silver City se fundó con el nombre de San Vicente de la Ciénaga

Un lugar donde un grupo de apaches indicó a su amigo, el soldado español José Manuel Carrasco, que podía haber una mina de cobre. Una mina que dio poco de sí, pero que alumbró la esperanza de nuevas vetas, quizás de plata y de ahí el nombre de Silver City. Ciudad de Plata. Aquí fue donde cometió sus primeros delitos Billy el Niño. Su nombre era William Henry McCarthy. Había nacido en Brooklyn, Nueva York. Quedó, muy pronto, huérfano de padre. Llegó a Silver City con su madre y su padrastro. La madre falleció, poco después y el padrastro abandonó a Billy, que se quedó solo, sin familia, a la edad de 15 años. En Silver City, Billy cometió sus primeros delitos. La ciudad presume hoy de haber sido cuna de la leyenda y conserva una casa de madera, donde creció Billy el Niño; el hotel donde Billy trabajó como friegaplatos, la celda donde fue encerrado, por primera vez y otra celda de la que se escapó, camino de la ciudad que mejor conserva hoy la memoria del viejo oeste en Estados Unidos: Lincoln, al norte de El Paso, Nuevo México.

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Lincoln era un pequeño pueblo, fundado por españoles como Las Placitas del Río Bonito

Si economía se basaba en servir ganado a un fuerte cercano, Fort Stanton. Billy se empleó como vaquero al servicio de un joven inglés que le apadrinó, y que cometió el error de enfrentarse a los caciques locales. Se desató una guerra que han narrado decenas de películas. El empresario inglés y su socio, murieron tiroteados por pistoleros de los caciques. Billy respondió liquidando al sheriff local. Y el gobernador del estado puso precio a su cabeza. El gobernador era Lew Wallace, autor de una novela famosa: Ben Hur. La calle principal de Lincoln conserva hoy los mismos edificios, de adobe y madera, que tenía en los tiempos de Billy. Es el mejor lugar de Estados Unidos para imaginar cómo era un pueblo del Oeste a finales del XIX.

Conserva la tienda de los socios protectores de Billy, donde se vendía grano, armas, ropa, madera, y dulces para los niños, de todo en el mismo lugar. Se conserva también el edificio del juzgado, que sirvió de prisión para encerrar a Billy cuando le condenaron a la horca. Aún se puede ver el agujero que dejó una de las balas de Billy cuando escapó, llevándose por delante al marshall y a uno de sus ayudantes. En total, Lincoln conserva 17 edificios de la época de Billy, abiertos al público. Y celebra un festival anual que acoge una representación al aire libre del momento en que Billy escapó a tiros del juzgado. Una cerveza local se llama Billy the Kid y quizá el mejor sitio para beberla sea el Worthley Hotel, que perteneció a Pat Garret, el sheriff que acabó con la vida de Billy en una localidad relativamente cercana: Fort Sumner.

Pat Garrett, cazador de bisontes, hostelero, aventurero, fue elegido sheriff del condado de Lincoln en 1880 con el compromiso de capturar a su antiguo amigo. En la madrugada del 14 de julio, Garrett y dos ayudantes se acercaron a la casa de Fort Sumner donde dormía Billy. Garret contó en sus memorias que cuando estaba dentro de la casa, interrogando a uno de sus ocupantes, Billy apareció con un revólver y un cuchillo.

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Era de noche, no había luz. Billy gritó, en español: ¿Quién es, quién es ese?

Fueron sus últimas palabras. Garrett sacó su revólver y le disparó dos tiros. Billy murió en el acto. Tenía 21 años. En el cementerio local se encuentra la tumba y la lápida de Billy. Dos museos locales, el museo de Fort Sumner, y el museo de Billy el Niño, propiedad de un particular que ha recogido 60.000 objetos de la época de los pistoleros, cuentan en Fort Sumner la historia y la leyenda de Billy el Niño y del Salvaje Oeste.

El tema más conocido de la película Pat Garrett and Billy the Kid: Llamando a las puertas del cielo, Knockin’ on heaven’s door. Un tema de Bob Dylan que participó en la película, encarnando a un miembro de la banda de Billy. Un tema sencillo y maravilloso.