Paseo por la Milla de los Museos
La Colección Frick, uno de los museos más destacados de Nueva York, acaba de reabrir sus puertas. Un fantástico punto de partida para hacer una ruta por la Milla de los Museos, en la Quinta Avenida, junto a Central Park.
Madrid |

La Colección Frick. Muchos expertos consideran que es el museo más bonito de Nueva York. Ocupa la que fue la casa, la residencia, de uno de los hombres más ricos del mundo, en su tiempo: Henry Clay Frick, magnate del carbón y del acero. Llegó a ser conocido como el hombre más odiado de América, por la manera con que reprimía las huelgas de sus trabajadores. Sobrevivió a dos atentados, uno con pistola, otro con arma blanca. Tuvo suerte. Mucha. Canceló el viaje que tenía reservado en el Titanic, porque, en el último momento, su mujer, Adelaida, se torció un tobillo. Su casa, en la Quinta Avenida, pegada a Central Park, fue diseñada por los mismos arquitectos responsables de las residencias de otros potentados que buscaron alejarse de Wall Street y levantar sus mansiones junto al gran parque de la ciudad, Central Park. Frick ordenó que la suya fuera una casa cómoda, sencilla. Sin lujos. Es decir, Sin más lujos que su colección de obras de arte. En su salón de estar tenia cuadros del Greco, de Goya y de Velázquez. Y en las salas contiguas, grandes obras maestras de Rembrandt, Manet, Monet y Vermeer. Una de las mejores colecciones de arte privadas del mundo. Que sigue estando en la mansión de Frick. Porque el millonario dejó escrito, en su testamento, que su casa y todos sus bienes se convirtieran en un museo el día que falleciera su esposa, La colección se abrió al público en 1935. Cerró en 2021 y ahora ha vuelto a abrir sus puertas, tras una renovación, que ha durado cuatro años y ha costado más de 200 millones de euros. Se ha abierto al público la segunda planta de la residencia. Diez estancias de la planta superior que se han convertido en galerías, donde se exponen muebles, la colección de relojes de Frick, y las pinturas que reunió su hija, Helen. Se ha construido una nueva escalera y se ha rehabilitado el sótano para alojar un auditorio y un café. Más espacio para el que es el primer gran museo de los instalados en la Quinta Avenida pegados a Central Park, en la llamada milla de los museos de Nueva York.

Dónde detenerse en la Milla de los Museos de Nueva York
Algunos dicen en Nueva York que es el tramo de bulevar más civilizado del mundo. La parte de la Quinta Avenida que va desde la calle 82 hasta la 104: 22 calles, o sea, 22 minutos de paseo, poco más de un kilómetro y medio, donde se encuentran nueve de las instituciones culturales más apreciadas y famosas de la ciudad. La primera, donde comienza oficialmente la milla de los museos, a diez minutos andando de la colección Frick, es el Museo Metropolitano, el MET. Y la última, al final de Central Park, por la Quinta Avenida, el África Center. En junio, el segundo martes del mes, se celebra el festival de museos de la milla. Todos los museos abren gratis al público por la noche. Hay espectáculos en la calle, música en vivo y y muchas, muchas propuestas especialmente para los niños, cada vez hay más ideas, espacios, interés en que los niños vayan a los museos.
Imprescindible pararse, por supuesto, en el MET, el Metropolitano. Uno de los mas importantes museos del mundo, de los que mejor reflejan la historia del arte en todo el planeta, La visita nos puede ocupar un día o más, Pero conviene dejar tiempo en nuestra estancia en Nueva York para seguir la ruta, para avanzar en la milla. Cuatro calles más al norte, se encuentra la Neue Gallerie, un museo dedicado al arte alemán y austríaco del principios del siglo XX. Ocupa un edificio precioso, realizado por los mismos arquitectos de la mansión Frick. En este caso, fue un encargo de de la esposa de Cornelius Vanderbilt, heredero de la familia que amasó una fortuna con el comercio marítimo en Nueva York. Dos calles más arriba, hay otro edificio, otro museo, vinculado a otra gran fortuna: el museo Guggenheim. El primero de los museos de la fundación creada por Solomon Guggenheim, magnate de la minería y a la metalurgia. El museo que lleva su nombre en Nueva York fue realizado por un arquitecto cuya obra está considerada Patrimonio de la Humanidad: Frank Lloyd Wright. Es un edifico singular, blanco, redondeado, alberga obras de arte moderno, y una amplia exposición sobre la construcción del edificio y sobre su autor, Frank Lloyd Wrigth.
Los museos que citamos están todos vinculados a filántropos, millonarios, de la ciudad. También el siguiente en la milla. Dos calles, al norte: el museo nacional de diseñoCooper Hewitt. Ocupa la que fue la residencia del hombre más rico de Occidente a principios del pasado siglo: Andrew Carnegie, magnate del ferrocarril y del acero. Su fortuna, calculada en 112.000 millones de dólares, solo fue superada por la de John Rockefeller después de que este vendiera sus empresas petrolíferas. El museo que ocupa la que fue su residencia es el único museo de Estados Unidos dedicado a la historia del diseño.
Nos quedan el Museo Judío, que reúne una de las mayores colecciones de libros y objetos de arte judíos fuera de Israel, y tres museos pequeños, muy interesantes. El primero, el Museo de la Ciudad. Siempre tiene exposiciones llamativas, divertidas. Ahora tiene una dedicada al cine y a Nueva York, con referencias de más de 100 películas rodadas en la ciudad. La milla concluye, al norte, con los dos últimos museos: el Museo del Barrio dedicado al arte y la cultura de los puertorriqueños y latinos en Nueva York, y el Africa Center, que expone los fondos del museo de arte africano situado originalmente en Queens, uno de los distritos de la ciudad.