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Uno de los aspectos más atractivos de Cabo Norte es el viaje para llegar hasta él. La carretera E69, considerada la más septentrional del mundo, ofrece una de las rutas más impresionantes de Europa. Comienza en Olderfjord y recorre 130 kilómetros hasta llegar al cabo, serpenteando a lo largo del mar de Barents y atravesando varios túneles, uno de ellos bajo el mar, que alcanza una profundidad de 212 metros. Esta ruta es popular para aquellos que viajan en coche, autocaravana o incluso en bicicleta durante los meses de verano.
Si prefieres una opción más cómoda, en invierno, es posible viajar en barco con la línea de cruceros Hurtigruten. Este recorrido, que atraviesa la costa de Noruega desde Bergen hasta Kirkenes, incluye paradas en 34 puertos, incluido Honningsvag, desde donde puedes tomar un autobús o un convoy de vehículos para llegar a Cabo Norte.
Aunque el invierno en Cabo Norte es extremo, el viaje hasta allí es posible para los más aventureros. En enero, el sol no aparece en el cielo durante el día debido a la noche polar, pero los visitantes pueden unirse a un convoy que sale todos los días desde Honningsvag, la ciudad principal de la isla de Mageroya. Estos convoyes están equipados con máquinas quitanieves y vehículos de seguridad para garantizar un trayecto seguro a través de los últimos 33 kilómetros de la E69. Además, los cruceros Hurtigruten continúan operando todo el año, ofreciendo una forma única de llegar al norte de Europa.
Al final de la carretera, los viajeros encontrarán una amplia área con un centro de visitantes donde pueden obtener información y explorar las instalaciones. Desde 2021, el acceso es gratuito, aunque la entrada al centro de visitantes tiene un costo de aproximadamente 22 euros para los adultos. El centro alberga una cafetería, una tienda de souvenirs, una capilla ecuménica y una exposición sobre los exploradores y turistas que han visitado el cabo a lo largo de los siglos.
Uno de los puntos más destacados es el símbolo de Cabo Norte: un globo metálico que se erige en el extremo del cabo. Este globo, instalado en 1978, es el lugar más fotografiado de la zona y representa el fin del mundo, al menos en Europa. Además, en el camino hacia el globo, los visitantes pueden ver una pequeña escultura del sol de medianoche y una serie de estatuas tituladas Niños del Mundo, que representan a niños de diferentes países.
Cabo Norte ha sido un sueño para los viajeros desde que el explorador británico Richard Chancellor lo bordeó en 1553 en su búsqueda de una ruta desde el Ártico hasta el Pacífico. Desde entonces, el lugar ha atraído a miles de aventureros y turistas, y hoy en día, se estima que más de 200,000 personas lo visitarán en 2025. Para muchos, llegar a Cabo Norte no solo es una cuestión de llegar al fin de Europa, sino también de experimentar un lugar lleno de historia, cultura y belleza natural, especialmente en invierno, cuando las auroras boreales iluminan el cielo.