Van Gogh, experiencias inmersivas y pueblos de la Provenza
Les proponemos un viaje al mundo de Vincent Van Gogh que empieza por su estancia en La Provenza francesa, en Arlés y Saint-Rémy, para completarlo con las experiencias inmersivas que en la actualidad nos permiten acceder y acercarnos a su obra desde una perspectiva distinta.
Madrid |
Las experiencias inmersivas, la posibilidad de disfrutar de las creaciones Van Gogh y otros tantos artistas, son una realidad. En Madrid, en el Nomad Museo Inmersivo, a partir del 20 de febrero se va a poder disfrutar de la exposición “El mundo de Van Gogh”. Una manera distinta de conocer su obra, de la que también podemos disfrutar en la Provenza, en les Carrières des Lumières, un centro cultural que fue pionero en este tipo de espectáculos inmersivos y que también, la semana que viene, el 17 de febrero, inaugura la temporada con la exposición: Los maestros holandeses, de Vermeer a Van Gogh.
En La Provenza, Van Gogh pasó el último año y medio de su vida
Y precisamente son las poblaciones de Arles y Saint-Rémy donde mejor podemos acercarnos a sus creaciones, antes de su trágico final. Van Gogh vivió entregado en cuerpo y alma a la pintura, embriagado por la luz del sur que le permitía encontrar o extraer de la naturaleza aquello que él plasmaba en sus cuadros: una explosión de luminosidad y de vida que, por desgracia, la gente y la mayoría de artistas de su época no supieron ver, ni comprender. Cuesta entender que vendiese un solo cuadro en su vida: "El viñedo rojo en Arles/ Ana Boch". Llega a Arlés en febrero de 1888 y meses después se traslada a Saint Remy. En Arles al principio intenta pintar sobre todo retratos, pero luego sale a los campos, a La Camargue y como te decía queda embriagado por la luz del Mediterráneo. De esta época son cuadros tan conocido como la “la Maison Jaune” o “Le café, le soir”, “La cosecha” o “La siesta” y otros tantos que nos muestran la vida cotidiana en Arles, siempre desde su particular punto de mira donde los colores alimentan el paisaje.
La Provenza está impregnada, casi condicionada por esta visión
Pero Arles y Saint Remy y sus alrededores ofrecen gran variedad de paisajes y posibilidades. Podríamos decir que Van Gogh es la excusa ideal para organizar un viaje, pero Arles tiene muchos otros atractivos. Es una ciudad de origen griego, de la que destaca su fantástico anfiteatro romano, las arenas de Arles, construidas en el siglo I. d. C. Una ciudad por otra parte también muy unida al arte, a la fotografía y al festival, los llamados, Les Rencontres d'Arles que tienen lugar cada verano de julio a septiembre que la ha convertido casi en lugar de peregrinación de fotógrafos y aficionados a la fotografía. Este año cumplen 55 ediciones. Desde el propio Arles la región de La Camargue discurre hacia el sur entre los canales de las Bouches du Rhone (el delta del Ródano) y aquí podemos todavía encontrar los paisajes que Van Gogh inmortalizó en sus cuadros. Entre ellos uno de mis preferidos “La noche estrellada sobre el Ródano” (D, Orsay)
La Maison Jaune, una casa que fue destruida por un bombardeo aliado
Durante la II Guerra Mundial fue el lugar donde Van Gogh intentó crear una colonia de artistas. Van Gogh se entusiasma con Arles y su primera idea es organizar una colonia, un lugar de reunión y un taller de pintores a la que solo se presenta Paul Gauguin. Compartieron juntos cuadros, escenarios en una relación de amistad de grandes altibajos, marcada por dos caracteres muy fuertes y que acabó con Van Gogh autolesionándose y cortándose parte de una oreja y la posterior huida de Gauguin, primero a París y luego a la Polinesia. La salud de Van Gogh se deteriora paulatinamente y en Saint Remy es ingresado en sanatorio manicomio de Saint Paul de Mausole donde sigue pintando con asiduidad algunos de sus mejores cuadros, como la Noche estrellada o “La silla de Van Gogh” y escenas cotidianas de la vida en Saint Remy. Al final su salud se agrava, regresa cerca de París a Auvers Sur Oise y muere de un disparo en el pecho el 29 de julio de 1890. Siempre se había pensado que se había auto disparado, aunque también se habla de la posibilidad de que fuese un disparo accidental de dos jóvenes del pueblo y que él se auto culpase para que los chicos no tuviesen problemas. La verdad nunca la sabremos. Otro dato curioso es que durante los últimos dos meses pinta 79 cuadros, entre ellos el del Dr. Gachet y el “Campo de trigo con cuervos” casi anunciando su propia muerte.
Saint Remy de Provenza es un pueblo típico de La Provenza
Más allá de Van Gogh tiene otros muchos puntos de interés. Pasear sus calles es una delicia y cerca del núcleo urbano se puede visitar las ruinas romanas de Les Antiques y el yacimiento arqueológico de Glanum. Siempre digo que para visitar las ruinas la mejor hora es justo antes del cierre. Acostumbra a haber poca gente; en Francia o en cualquier otro lugar. Justo al lado, a tan solo un centenar de metros de las ruinas se accede al Monasterio de Saint Paul de Mausole y al Centro Cultural y turístico Van Gogh donde se reproducen las condiciones de vida en las que el pintor pasó los últimos meses de su vida. Un museo sencillo pero muy bien acondicionado y que realmente vale la pena visitar. Desde Saint-Remy hacia el norte podemos visitar los pueblos de la Fontaine de Vaucluse, un pueblecito donde vivió Petrarca y donde se encuentra una de las fuentes más caudalosas de Europa que era objeto de culto desde tiempos remotos. O el pueblo de Gordes, con sus casas colgadas sobre la ladera de la montaña. Muy cerca de esta población podemos acercarnos al poblado de Bories, restaurado entre 1969 y 1976 y que nos permite conocer las cabañas de piedra seca en las que vivían los antiguos habitantes del lugar.
También es muy recomendable, algo más al norte, visitar Roussillon, un pueblo en lo alto de una colina de tierras arcillosas y colores amarillentos. El paseo por el Sendero de los Ocres nos permite conocer un bosque de colores y matices; un trayecto de apenas una hora de duración, realmente muy lindo. Y obviamente es imprescindible acercarse a Le Baux de Provence, un pequeño pueblo en la zona montañosa denominada les Alpilles al noreste de Arles; un pueblo muy lindo donde muy cerca están las Carrières des Lumières. Siempre cuentas maravillas de este espacio que consideras precursor en lo que se refiere a experiencias inmersivas.
Carrières des Lumières es impresionante; un espacio cultural que aprovecha el volumen interior de una antigua cantera para realizar montajes inmersivos de luz y sonido. Y como decía al principio, la temporada de este año se inaugura con la exposición. Los maestros holandeses: De Vermeer a Van Gogh. Yo he visto un par de exposiciones en les Carrières des Lumières y realmente merece la pena. Y si no, podemos visitar en el museo Nomad la exposición “El mundo de Van Gogh” a partir del 20 de febrero en el número 78 de la Gran Vía de Madrid.