¿Qué hacer en Nápoles en 2025?

Se encuentra en la costa del golfo que lleva su nombre, el golfo de Nápoles, frente a tres islas maravillosas: Ischia, Procida y Capri. En una de esas islas, Ischia, se instaló la primera colonia griega en Occidente.

Fueron sus descendientes quienes fundaron, en tierra firme, una ciudad con el nombre de una de las sirenas que atrajeron con sus cantos a las naves de Ulises: Parténope. Luego, cerca, fundaron Neápolis, la ciudad nueva, de donde viene el nombre de Nápoles.

Nápoles cumplirá y celebrará 2500 años de su fundación en 2025

25 siglos de historia que han dejado en Nápoles importantes huellas griegas, romanas, bizantinas, normandas y especialmente españolas. 25 siglos de historia que han legado un patrimonio histórico abrumador. Su centro histórico es el más grande de Europa. Es la única ciudad del mundo que cuenta con siete castillos dentro de su perímetro urbano. Cuenta también con más de 400 iglesias, museos de primer nivel, palacios, calles vibrantes, animadas por la vitalidad única del Mediterráneo y una gastronomía distinguida como Patrimonio de la Humanidad por el arte de su plato más popular la pizza, que nació en Nápoles.

Después de Roma, es la ciudad más visitada de Italia

Además de sus atractivos, Nápoles es la base para viajar a Ischia, Procida y Capri y acercarse a Pompeya, Herculano, al Vesubio y a Sorrento. Hay que contar, al menos con siete días, para disfrutar de Nápoles y sus alrededores.

El punto de partida, para la mayoría de los visitantes, es la Plaza del Plebiscito. Una grandísima plaza cerca del puerto, con una fantástica columnata en forma de media luna, que recuerda a la de San Pedro. En el centro de esa columnata hay un templo neoclásico, la basílica de San Francisco de Paula. Enfrente está el Palacio Real y a su lado el teatro San Carlos, el teatro de ópera más antiguo de Europa. El conjunto crea un gran espacio interior, más de 25.000 metros cuadrados, en cuyo centro se alzan dos estatuas ecuestres: una del rey que fue de España y del Reino de Nápoles, Carlos III y otra de Fernando I, que ocupó el trono de Nápoles y el reino de las Dos Sicilias.

A un costado del teatro San Carlos se encuentra una de las calles más importantes de Nápoles, la calle Toledo. Esta calle asciende hasta el norte, cruza el Quarteri Spagnoli, (el barrio español) y llega hasta la Plaza de Dante, donde se encuentra con una de las calles más antiguas de Europa, la calle Parte Nápoles, Spacca Napoli, uno de los tres decumanos, calles romanas trazadas de este a oeste, cuyo trazado original conserva Nápoles.

Spacca Napoli separa el norte y el sur de Nápoles por su corazón

Imprescindible es en la Plaza de Dante tomar la Via Tribunali, la calle de los tribunales sin prisa, paseando, disfrutando de la vida urbana de Nápoles. De camino a la Catedral, no podemos perdernos la capilla de San Severo, donde se encuentra el Cristo Velado, obra maestra del barroco, realizada por Giusseppe San Martino.

Tampoco deberíamos perdernos la capilla del Monte della Misericordia, donde hay un lienzo impresionante de Caravaggio, las Siete obras de misericordia. Cerca está la Basílica de Santa Clara, la mayor iglesia gótica de la ciudad. Y luego ya la catedral. Nápoles es la ciudad que tiene más iglesias en el mundo, más de 400. En la Catedral, se guarda el tesoro de San Gennaro y la preciosa sangre del mártir que se licúa cada 19 de septiembre, un milagro, según la tradición, que atrae a miles de fieles. Fieles que, estos días de Navidad, se concentran en la vía de San Gregorio Armeno, la calle donde nació la tradición del pesebre, hace más de mil años, una calle que hoy está llena de tiendas artesanales que venden, cómo no, figuritas para el pesebre y para el resto del belén.

Hay siete castillos que conserva Nápoles en su centro urbano

El más próximo al puerto, a la plaza del Plebiscito, es el Castel Nuovo, el Castillo Nuevo. Tiene 700 años de historia. Es una imponente fortaleza militar que albergó un palacio por cuyos salones pasearon Giotto, Petrarca y Bocaccio. Aloja un museo, el museo cívico, y una biblioteca, de unos 350.000 volúmenes. Imprescindible, entre los museos, el Museo Arqueológico Nacional, que cuenta con una gran colección de objetos encontrados en Pompeya y Herculano. Luego, entre los dedicados a la pintura, sobresale el Museo de Capodimonte, que expone obras de Caravaggio y Tiziano en un palacio situado en la cima de una colina. Y si este museo, este palacio, tiene buenas vistas, mejores aún son las del Museo de la Cartuja de San Martino, en la colina más alta de Nápoles, la del Vomero, donde se encuentra, junto a la cartuja, el castillo de Sant’Elmo. Es una de las perspectivas más bonitas de la ciudad, junto con la que se obtiene junto al mar, a lo largo del paseo marítimo, el lungo mare, que lleva por el barrio de Chiaia, el barrio de la playa, a otro castillo, el Castell dell’Ovo, del huevo, por su forma, y continua por el elegante barrio del Posillipo hasta el cabo Miseno, el extremo norte del golfo de Nápoles.

La pizza es la reina de la cocina napolitana y su símbolo internacional

El plato quizá más popular del mundo. Nació en Nápoles, en el siglo XVIII, cuando el tomate se convirtió en un ingrediente habitual de las mesas más humildes, como también lo era la mozzarella. Un texto de 1853 es el primero que habla de las pizzas margheritas: pizzas de tomate con rodajas de mozzarella dispuestas en forma de margarita. No hay una calle de Nápoles que no presuma de tener un horno antiguo, de leña, con una carta de pizzas a cual más inolvidable.

La canción napolitana más conocida, "O Sole Mío". Una composición de 1898. Que han cantado grandes figuras de la ópera, del pop y del rock. La escuchamos en la versión de Il Volo, tres voces que entonan de maravilla esa letra que dice ¡que bella cosa es un día de sol, pero hay otro sol, más bello, que es el que está en tu rostro!. O Sole Mio. Il Volo, desde Nápoles.