Los mercadillos imprescindibles del norte de Europa
Estamos a seis fines de semana de la Nochebuena y la Navidad y tenemos tiempo para preparar un viaje a los mercadillos navideños en nuestro continente. Vienen días estupendos para aprovechar los vuelos de temporada baja y hacer una escapada a las navidades de otros países.
Madrid | 12.11.2023 13:55
Ya están a punto de encenderse las luces de Navidad en las calles de casi todas las ciudades de Europa, donde están montando los mercadillos navideños que llenan de magia y encanto el centro de las ciudades. Hay muchos nórdicos que vienen a pasar aquí las Navidades, pero nosotros también tenemos fácil conocer las suyas. Hoy vamos a visitar los mercados navideños de la península escandinava, que son los más diferentes a los nuestros. La Navidad en el norte es fiesta colectiva, con las calles iluminadas, pero también las casas deben disfrazarse de Navidad, y para eso hacen falta los complementos que venden en los mercadillos del centro de las ciudades, con velas, coronas, árboles o ramas de pino, bolas y espumillones, figuritas para el belén, y también Papás Noel.
A los belenes les falta rigor histórico
Cuando ponemos el belén en nuestras casas siempre representamos un país nevado en invierno, como si el Niño Jesús hubiera nacido en un país nórdico. Sin duda es una falta completa de rigor histórico, pero es que no hay paisajes de invierno más encantadores que los escandinavos. Esos bosques de abetos cubiertos por la nieve, esos paisajes totalmente solitarios y extremos, son preciosos para viajar ahora, porque nos sumergimos en las imágenes de la Navidad de nuestros belenes, de las postales, de los christmas y felicitaciones de Navidad y de las películas navideñas.
Esos paisajes no son de Oriente Próximo, son nórdicos
Yo creo que vale muchísimo la pena ir a verlos y más si coincidimos con las auroras boreales, viendo esas casitas de madera en el bosque con los tejados cubiertos de nieve, experimentando el mundo frío y mullido de un país cubierto por la nieve. Por eso creo que uno de los mejores viajes que se pueden hacer ahora, en diciembre, es vivir unos días sumergidos en el escenario de la Navidad nórdica.
Estamos hablando de los países escandinavos, pero podemos destacar Noruega, muy valorada por viajeros españoles.
Noruega es un destino estupendo para comprobar que la Navidad tiene un sentido profundo en estos meses en los que se viven días tremendos de frío y de oscuridad, con las calles llenas de nieve durante meses. Por eso la Navidad es una luz de alegría en plena oscuridad invernal. La gente lo vive con verdadera ilusión, en especial quienes tienen hijos pequeños, con los que van al mercadillo, escuchan conciertos y villancicos y viven el espíritu navideño al decorar la casa, poner el belén y el árbol de Navidad. En Noruega les encanta la decoración de los edificios con guirnaldas, con ramos y coronas, con luces, instalan árboles de Navidad en las calles y también en el interior de las casas y el día 13 de diciembre celebran mucho la fiesta de Santa Lucía, con las chicas jóvenes llevando en la cabeza una corona de velas.
En Santa Lucía, todos los días estarán abiertos los mercadillos
En Oslo, el principal mercadillo es el que se encuentra cerca de la plaza del Ayuntamiento, en el amplio espacio de Spikersuppa, con muchos puestos, en el que suele haber música y conciertos. Ya está abierto, lo abrieron ayer, 10 de noviembre, y permanecerá abierto hasta el 22 de diciembre, todos los días de 10 de la mañana a nueve de la tarde, y tiene de todo, conciertos, actuaciones musicales, y por supuesto puestos de comida con platos tradicionales, gachas de Navidad calientes, salchichas vienesas en su panecillo, y carne de alce a la parrilla, alces del sur de Noruega, además de galletas de jengibre, rosquillas, crepes, y tienen afición por el mazapán, los noruegos consumen 40 millones de figuras de mazapán en Navidad. Para beber puedes tomar gløgg, vino caliente con especias, aunque también se bebe una cerveza especial. Y venden también almendras tostadas y manzanas glaseadas.
Hay otro importante mercadillo en la plaza de Youngstorget
Otro mercado en el Museo Noruego de Historia Cultural, un museo al aire libre que reproduce un típico pueblo noruego, con toda la decoración navideña y que es precioso y luego están las pistas de patinaje sobre hielo al aire libre, algo muy popular en Oslo, la pista de patinaje sobre hielo al aire libre de Spikersuppa es gratuita si vas con tus patines y también los puedes alquilar.
Estoy seguro de que uno de los sitios más bonitos de Noruega en estos días de diciembre debe ser Bergen, en la costa, en plena tierra de fiordos, donde el mar no se hiela.
Bergen es la ciudad con más encanto del país, declarada Patrimonio de la Humanidad, donde celebran mucho la Navidad. Bergen es famosa por su ciudad o su pueblo de Gingerbread, del pan de jengibre, que se levanta en la plaza Torgalmenningen desde la Navidad de 1991. Es muy curioso porque guarderías, colegios y escuelas privadas mandan casas a escala, hechas por sus alumnos con pan de jengibre, para conseguir una versión en miniatura de Bergen. Esta pequeña ciudad de pan se puede visitar durante todo el mes de diciembre en esa plaza larga y ancha que es el corazón de la fiesta, con iluminación especial y con un gran árbol de Navidad. Ya sabes que la ciudad de Bergen está dominada por el monte Floyen y en ese monte encienden las luces de adviento cada domingo, dan conciertos de coros en directo, sirven café y chocolate caliente en el restaurante de la parte alta del monte, al que se sube en el funicular desde el mismo centro de Bergen. Hay otros sitios que vale la pena visitar en Navidad en Noruega, un pueblo de casas de madera que se llama Røros, que es Patrimonio de la Humanidad y tiene su mercadillo. Y en la Casa de Navidad de Tregaarden en Drøbak, está la única tienda de navidad permanente en Escandinavia. También la ciudad de Tromso es ideal para pasar las Navidades, con tan buenos restaurantes y tanta animación que se considera la París del Norte.
Los paisajes blancos del norte no son todos iguales
La fiesta es parecida en otros países como Finlandia y Suecia. Finlandia es mucho más llana que Noruega, pero está cubierta de lagos entre los bosques, y es preciosa en los días de invierno cuando se unen el hielo y la nieve. Es una maravilla ver las calles de Helsinki iluminadas en el centro y el mercadillo grande de la plaza del Senado, el más antiguo de la capital, al pie de la catedral neoclásica. También está precioso el boulevard Esplanadi lleno de tiendas de diseño. Hay mercados navideños también en Turku, en Porvoo, en Tampere, en Jyvaskyla, en las islas Aland, pero claro, la estrella es la aldea de Papá Noel en Rovaniemi, en el norte del país, cerca del Círculo Polar Ártico, que es un gran mercadillo de Navidad ideal para ir con niños a entregar personalmente la carta a papá Noel, y es la ocasión ideal para hacer safaris en trineos de renos, o en trineos de perros huskys, o en motos de nieve.
Vale la pena conocer la Navidad en Estocolmo
En Suecia te encuentras con una capital preciosa repartida sobre 14 islas, que brilla con las luces navideñas reflejándose en la nieve y en algunos canales helados. Tiene muchos mercadillos, el mejor es el de la plaza de Stortorget, en el que venden adornos, regalos navideños y delicatessen, cosas ricas que se hacen en estos días como el glög, las galletas de jengibre y los dulces de azafrán, además de salchichas de reno o cordero cocinadas en los puestos de la calle, al aire libre. Hay mercadillos en la ciudad vieja, el de Gamla Stan y el de Skansen, y colocan un gran árbol de Navidad junto al palacio real, en el muelle Skeppsbron, que tiene que ser más alto que el del Rockefeller Center de Nueva York, ante el que patina la gente como allí. Otros lugares para ver en Suecia son las ciudades de Gotemburgo, donde instalan uno de los mercadillos más grandes y visitados de Escandinavia y Mälmo que también está especialmente bonita en estos días.