GENTE VIAJERA

Los mejores mercadillos de Navidad de Europa y América

Las ciudades de Europa y del mundo se preparan para los tradicionales mercadillos de Navidad. En 'Gente Viajera' de Onda Cero con Carles Lamelo les proponemos un recorrido por algunos de los más populares pero también por algunos menos conocidos e igualmente interesantes. Enrique Domínguez Uceta nos recuerda que las hojas del calendario van pasando y las calles empiezan a oler a fiesta, se van llenando de luces para compensar la oscuridad de la noche más larga del año, que viene a coincidir más o menos con la Navidad, entre el sorteo de lotería y Nochebuena. Esa luz artificial, más cara este año, quiere compensar la tacañería de la naturaleza que restringe luz y calor en estos días para que luego nos llene de alegría la llegada de la primavera dentro de unos meses. La naturaleza nos marca el ritmo de la vida y de las fiestas, y ahora toca la fiesta de entrada del invierno, que tiene acentos propios. El más propio entre nosotros es la Navidad, que se manifiesta con las luces en las calles y con la apertura de los mercadillos navideños que son el gran acontecimiento de las ciudades de Europa y América.

ondacero.es

Madrid | 13.11.2022 14:35

Navidad es nativitas, nacimiento, del niño Jesús, y las familias con niños pequeños tienen la fiesta en casa, por eso es una fiesta religiosa con la que es fácil identificarse. La celebración de la Navidad es muy casera, pero a nosotros lo que nos gusta es estar en la calle, y los escenarios para la fiesta en la calle son los escaparates y los mercadillos navideños, que podemos encontrar en todo el mundo cristiano, una tradición en toda Europa que, desde aquí, se ha extendido a otros continentes, tanto por parte de católicos como de protestantes, aunque los ortodoxos también son cristianos, pero no celebran Navidad hasta el 6 o el 7 de enero.

Los mercadillos navideños parece ser que nacieron en Alemania, a finales del siglo XIII. Los hay acreditados desde el siglo XIV, y los más tradicionales vienen de esa parte de Europa Central, de Alemania, de Polonia, de Austria, aunque tienen también muy buena acogida en los países de su entorno, en Francia, en Italia, y en los países nórdicos, también en las islas británicas y en Irlanda. En cada país, los mercadillos tienen un carácter diferente, con muchos elementos comunes, como ofrecer productos gastronómicos y bebidas calientes, mezclados con los elementos de la decoración de las casas. Además, cada país tiene una forma propia de celebrar la Navidad, con diferentes personajes y maneras, desde Papá Noel a los Reyes Magos, que ofrecen en los mercadillos, unos con más figuras humanas para belenes, y otros con más elementos decorativos, en general las compras de Navidad recogen las mil culturas europeas y las mil artesanía y músicas.

Mercadillo de Navidad de Berlín | Getty Images

Muchos mercadillos están a punto de abrirse ya, y así tenemos tiempo de ir preparando la escapada, sobre todo porque se acerca un acueducto estupendo en diciembre, el de la Constitución más la Inmaculada. En la semana del 5 al 11 de diciembre se suman dos fiestas, el día 6 la Constitución Española y el 8 la Inmaculada Concepción. Las posibilidades de enlazar son muy grandes, incluso para hacer un viaje largo, con tres días podemos estar fuera nueve.

Los mejores mercadillos de Europa

En 'Gewnte Viajera' de Onda Cero vamos a ir recorriendo los mejores mercadillos de Europa, pero para ir preparando el mapa de nuestra ruta, aquí va un primer listado de destinos:

  • Núremberg, Alemania
  • Praga, República Checa
  • Budapest, Hungría
  • Viena, Austria
  • Estrasburgo, Francia
  • Bruselas, Bélgica
  • Brujas, Bélgica
  • Ámsterdam, Países Bajos

Los mejores mercadillos de América

América tenemos parte del continente en otoño y otra parte en primavera, así que hay donde elegir, navidades de frío invernal o de calor veraniego, o ni una cosa ni otra, como pasa en Ecuador, donde celebran una fiesta curiosa, la del Niño Viajero, que nos recuerda que la Virgen se puso de parto cuando estaba de viaje, aunque no por propia voluntad. El caso es que hay una ciudad en Ecuador que se llama Cuenca, como la nuestra, que también es Patrimonio de la Humanidad, y en ella celebran el Pase del Niño Viajero el día de Navidad, es una de las fiestas preciosa. El nombre de Niño Viajero es moderno, se lo puso un sacerdote de Cuenca llamado Miguel Cordero Crespo, que realizó un viaje a Europa y a los Santos Lugares con una imagen del Niño en 1961, y lo llevó a la gruta de Belén, y cuando volvió con la figura la sacó en procesión en el día de su nacimiento, el 24 de diciembre. Empezaron a llamarle el Pase o la Pasada del Niño Viajero porque había estado en el lugar en el que verdaderamente nació, había estado en Belén... Es una tradición muy bonita, una fiesta infantil con niños vestidos de ángeles, de Virgen María, de San José o de mayorales, montados en caballos engalanados, y otros vestidos con ponchos y polleras de colores, en carrozas con flores, frutos, roscas y barras de pan, y comidas cocinadas... Salen más de un centenar de carrozas con grupos folclóricos indígenas bailando.

En México hay muchas maneras de celebrar Navidad, los mercados se llenan de piñatas, adornos y luces. En Ciudad de México hay un tianguis navideño en la explanada de la alcaldía de Venustiano Carranza, con figuras para el nacimiento, árboles y complementos. Lo mismo en el parque Morelos de Guadalajara, en todas partes, pero hay sitios pequeños donde mezclan tradiciones aztecas y cristianas. En el estado de Puebla, en Quetzalán, en las primeras horas del día de Navidad, dentro de la misma iglesia en la que se ha dicho la misa cristiana, comienzan danzas ancestrales y rituales indígenas conducidos por tres personajes. Uno es Santiago Apóstol, otro es Poshaiyani, que se cree que es un símbolo de Moctezuma, cada uno disfrazado a su manera. Otros se visten de búfalos, ciervos y animales que alimentaban a los indígenas antes del siglo XVI.

En Perú están en plena primavera y la Navidad es, como aquí, familiar, el Mercado Central de Lima se llena de cosas navideñas, la gente se reúne para ir a la misa de las diez de la noche, y después se van a casa a cenar en familia, un poco al revés que nosotros, que vamos a misa después de la cena, pero esperan a que lleguen las doce para desearse feliz navidad. Allí no hace frío, pero esperan a las doce para anunciar con las campanas que empezó la Navidad, se brinda con champán, se come el panetone y se sigue la fiesta en las casas o saliendo a la calle o visitando a los amigos. Allí le ponen salsa a todo, incluida la fiesta del nacimiento del Niño Jesús. Los portorriqueños son muy fiesteros, les gusta salir a celebrar a la calle y visitar a los amigos, con temperaturas maravillosas de 25 grados. En Puerto Rico ponen nacimientos en las casas, en las calles y en los edificios públicos, en el Viejo San Juan hacen nacimientos de tamaño natural, y en las escuelas, en todas partes. Y lo típico de estos días son las parrandas, grupos que se echan a la calle para cantar villancicos. Los parranderos forman una sencilla orquesta con guitarras, cuatros, panderetas y maracas. También se llaman asaltos o aguinaldos. Asaltos amistosos que se plantan ante tu casa a cantar villancicos y exigen hospitalidad. Hay que abrirles la puerta y darles algo de beber y de comer, así que te dejan la despensa temblando. En los pueblos esto sigue siendo así. Y en San Juan de Puerto Rico también ponen mercados navideños de estilo europeo como el del parque Luis Muñoz Rivera, del 10 al 26 de diciembre.