GENTE VIAJERA

Lo mejor de las islas Galápagos

Las islas Galápagos son un escenario incomparable para los amantes de la vida salvaje, no sólo hay una vida marina formidable y variadísima, también hay aves pescadoras, y también fauna terrestre con las tortugas y las iguanas.

ondacero.es

Galápagos | 09.11.2022 17:26

Galápagos con Enrique Domínguez Uceta

A la hora de preparar un viaje a Galápagos tenemos dos opciones, ambas muy buenas. Viajar por tu cuenta o escoger un viaje organizado para tomar un barco y visitar las islas desde el agua, en un crucero, en un barco pequeño, desde el que bajas a caminar unas horas por las islas antes de volver a tu barco a disfrutar del sol, de las buenas comidas y del ambiente de pasión por la naturaleza, viendo a los animales también desde dentro del agua, porque los barcos llevan equipos de esnórquel para bañarte y nadar con los leones marinos, pingüinos, iguanas marinas, tiburones y todo tipo de peces.

Galápagos es un archipiélago de islas volcánicas, que aún tiene volcanes activos, con poca vegetación, casi desérticas, y aguas profundas llenas de vida. Forman un gran parque acuático en medio del Océano Pacífico, a mil kilómetros de la costa de Ecuador, y sobre la misma línea ecuatorial.

Las islas se poblaron con aves y animales viajeros que llegaron de los continentes, y se han mantenido como un excepcional laboratorio de la vida. Sin humanos durante milenios, los animales no temen a los hombres, y cuando llegas te sientes en el arca de Noé, conviviendo en paz con los animales.

La fauna de Galápagos | Getty Images

Los animales casi te vienen a ver

Lo más curioso es que los animales no huyen cuando te acercas, casi se dejan tocar, cosa que no hay que hacer nunca, y hay que tener cuidado con las iguanas marinas para no pisarlas porque son del color de las piedras. Pero estar a su lado en su vida cotidiana, como si te hubieran adoptado, eso es una sensación que sólo se produce allí.

Se suele acceder por la isla de Santa Cruz, por Puerto Ayora, una ciudad pequeña y cosmopolita, llena de agencias, hoteles y restaurantes que atienden a los viajeros antes de que se dispersen por las 13 islas mayores, 6 menores y dos centenares de islotes de naturaleza indómita. Puedes embarcarte o visitar desde allí las grandes islas habitadas, Santa Cruz, San Cristóbal, Isabela y Floreana, y navegar hasta los lugares de interés, eligiendo personalmente el itinerario.

Tortuga de Galápagos | Getty Images

Ideal para bucear y hacer snorkel

Lo mejor es recorrer el archipiélago en barco, y desde el barco te puedes bañar y sumergir cuanto quieras. Lo que más te fascinará es estar en el agua con los leones marinos, que son bastante grandes, en la playa se ven lentos, pero en el agua no, te pueden pegar un susto cuando llegan nadando a enorme velocidad, o se te acercan tranquilamente a mirarte de cerca.

La sensación es genial. Puedes ver a los tiburones nadando más abajo, y es magnífico, aunque impresiona. Y ves de todo, manta rayas, tiburones ballena, pingüinos, es ideal para los amantes del océano. Sin la abundancia de peces no habría vida sobre las áridas islas, de ellos se alimentan las aves pescadoras, piqueros de patas azules, pelícanos grises, fragatas, cormoranes sin alas, y los lobos marinos, los pingüinos ecuatoriales, y a la mayoría de la fauna, con algunas excepciones.

Los galápagos se llaman así por una silla de montar española que tenía la forma de la concha y heredó el nombre.

Pero las tortugas gigantes terrestres comen plantas, por eso las cabras, introducidas por el hombre, les hicieron una competencia desleal. Las tortugas no son abundantes, tienen competidores por el alimento, y las ratas se comen los huevos, así que es recomendable visitar la Fundación Charles Darwin en Santa Cruz para ver las tortugas y el trabajo que hacen para protegerlas.

Allí fue donde Darwin ideó su obra 'El origen de las especies', de cuando visitó las islas como naturalista del barco Beagle, podemos leer el 'Viaje de un naturalista alrededor del mundo a bordo del Beagle', de Darwin, leer 'Las Encantadas de Herman Melville', o ver la película 'Master and Comander', que visita también Galápagos, o leer una maravilla titulada 'Las islas Galápagos: un arca de Noé en el Pacífico' escrito por Irenaüs Eibl-Eibesfeldt, el etólogo que dirigió la expedición de la UNESCO a Galápagos en 1957.

Cómo llegar a Galápagos

Para llegar a Galápagos, normalmente se vuela a Quito y de Quito a Guayaquil y Galápagos, a Santa Cruz, hay que pagar por viajar a las islas y por entrar al Parque Nacional, y una vez allí, en Santa Cruz, los cruceros llevan casi todo incluido y llegan a sitios a los que sólo acceden ellos, pero si vas por tu cuenta tienes que contratar excusiones, normalmente en barco, en fibra, a las otras islas, que supone recorridos a veces de dos horas por mar en lanchas menores, hay que llevar píldoras contra el mareo.

Isabela es una maravilla, Bartolomé, Santiago, Floreana, todo es estupendo, la gente encantadora, la experiencia única, la comida sencilla pero buena, y cuando vuelves parece que fue un sueño, sabes que no volverás a tener una experiencia como la de las Galápagos.