Cosas que hacer sí vas a los mercadillos navideños de Londres
Planear una escapada de otoño es siempre un buen plan, especialmente si vamos a Londres para pasearnos por la capital británica y aprovechar también para hacer fotografías. Más aún sí se ha celebrado la cumbre europea del organismo de promoción turística de Estados Unidos Brand USA y nos han traído como cada año experiencias y propuestas muy interesantes para los viajeros que quieran visitar Estados Unidos en los próximos años, sobre todo centrados en la celebración de eventos deportivos europeos, en los viajes por carretera por sus legendarias rutas, el enoturismo y la gastronomía.
Londres |
Buenas sensaciones del otoño, porque a pesar de que dejamos atrás las buenas temperaturas, ponerse un jersey para hacer turismo es también un buen plan, es como que se siente que la naturaleza se prepara para un nuevo comienzo y sí nos levantamos pronto aprovechando los primeros rayos de sol, cuando no está nublado en Londres, es una delicia fotografiar monumentos, parques o barrios emblemáticos como South Kensington, Nothing Hill o Covent Garden. Son siempre una buena opción en estas fechas, mientras visitamos algún museo o monumento histórico.
Aprovechar las primeras horas del día para ir a la Torre de Londres
En otoño una buena idea es salir a hacer fotos aprovechado las primeras horas del día a lo largo de la ribera del río, donde los colores ocres de los árboles se mezclaban con la silueta de los rascacielos de la City que tapan la bóveda de la Catedral de San Paul, los ladrillos rojos de las antiguas fábricas y la revolución industrial, junto a la majestuosidad del Puente de Londres. Para completar la visita a esta parte de la ciudad podemos subir al mismo London Bridge para ver su maquinaria y tener unas buenas vistas de esa parte de la ciudad y desde luego reservarnos un buen rato para conocer el corazón de Inglaterra, La Torre de Londres.
Los cuervos conviven con los Beefeaters que custodian las joyas de la corona
En estas fechas está todo ambientado y con las historias de torturas y decapitaciones de Thomas Beckett, Ana Bolena, la condesa de Salisbury y algún que otro fraile católico que tiene el sitio… es una experiencia a veces fantasmagórica. No dejaron títere con cabeza ni Enrique VIII ni la reina Isabel I, literalmente. La visita es muy entretenida y me sorprendió la cantidad de familias que viven y trabajan allí. Puedes ver en todo el recinto un montón de viviendas con su ropa tendida, los juguetes de los niños o incluso su propio pub “The Keys”. Por otro lado a quien le guste el brilli-brilli, tienen la visita a las joyas de la corona: diamantes, rubíes y zafiros de todo tipo, adquiridos no siempre de buenas maneras a lo largo y ancho del mundo, como el rubí de la Alhambra del rey Bermejo y que se engarza en la corona imperial británica y mucho oro.
La Torre de Londres ha tenido muchos usos a lo largo de 900 años
Comenzó como fortaleza, pasó a convertirse en palacio real y luego se convirtió en un almacén donde guardar las provisiones y el arsenal en las épocas de crisis. Y en los últimos años fue prisión y cadalso de quienes ofendían al monarca, de enemigos del estado y católicos como el pensador y escritor Tomás Moro, porque sabéis que aquí Enrique VIII se autoproclamó papa de la Iglesia Anglicana cuando no le dejaron divorciarse de su mujer y tras sucesivos líos de faldas y papas, los católicos se convirtieron en enemigos y foco de odios y de conspiraciones. Vale la pena también subir a la Torre Blanca, el edificio más antiguo de la Torre de Londres o el Palacio Medieval. Por cierto, los jardines están lleno de cuervos y dice la leyenda que "sí los cuervos desaparecieran se desplomaría la torre y con ella el reino". Con el fin de evitar tal catástrofe, uno de los guardias que protegen la torre, conocido como Ravenmaster (Maestro de los Cuervos), cuida de los cuervos y les corta los extremos de una de las alas para evitar que se escapen.
En Londres los mercadillos navideños son una institución
Aunque en España los mercados de invierno no están tan extendidos, en Londres están abiertos durante noviembre y diciembre y ofrecen una oportunidad ideal para comprar regalos de navidad y empaparse a fondo de espíritu festivo. El más popular de los mercadillos de Adviento de Londres es sin lugar a dudas el Winter Wonderland de Hyde Park. Reúne todas las actividades invernales imprescindibles en medio del parque y ofrece puestos de comida, atracciones y pista de hielo. Uno de los más bonitos yo diría que es el de Covent Garden y en Navidad tiran la casa por la ventana con una decoración extravagante combinada con eventos y espectáculos como representaciones de ballet completas. Una de las opciones más céntricas y auténticas es el mercadillo de Navidad de Leicester Square, con muchos puestos de comida y artesanía en pequeñas casitas de madera y podemos aprovechar para descansar, entrar en calor y no hay nada que un Mulled Wine y un perrito caliente no arreglen. Como consejo navideño después o antes de ir a los mercadillos navideños pasar por la noria el London Eye y el Big Ben, porque ambos están iluminados para la ocasión y son una pasada.