Una escapada británica al noreste de Inglaterra
Es que no tiene un gran equipo de fútbol en la Premier League, aunque todo el mundo conoce y usa el jamón York, que no es otra cosa que jamón cocido al estilo de York, porque un carnicero de la ciudad de York, a finales del siglo XIX, lo presentó de la manera que conocemos, fácil de cortar en finas lonchas y se hizo popular.
York (Reino Unido) | 15.04.2023 15:01
En toda España se sigue hablando del jamón de York, imprescindible en los sándwiches, pero allí se toma con salsa de vino de Madeira. Aunque también encontramos el nombre de York en Nueva York, la americana, que no era su nombre inicial, porque la isla de Manhattan antes fue holandesa y se llamó Nueva Ámsterdam, luego, en 1674 por el tratado de Westminster, pasó a manos inglesas y la bautizaron como Nueva York en honor al duque de York, perteneciendo a la Nueva Inglaterra americana. Y nuestra York, la que vamos a visitar hoy, está en Inglaterra, bastante al norte y más cerca de la costa este que del oeste, en el interior. Y hay que decir que es una de las ciudades más bonitas y más dignas de visitar de todo el país y además llena de encanto, de calidad monumental y de historia, es una gozada pasear por sus calles repletas de edificios medievales, de esas casitas de estilo tudor tan típicamente inglesas, de tejados en punta y entramado de madera, con ventanas de cristales emplomados y llena de elementos de enorme calidad, como la larga muralla sobre la que se puede pasear y con una catedral verdaderamente excepcional, la más grande catedral gótica de Europa al norte de los Alpes, así que hay mucho que ver y cómodamente, porque es una ciudad llana, muy fácil de visitar.
York está en Inglaterra pero es una ciudad romana
Una manera de situarla es pensar que está como a mitad de camino entre Londres y Edimburgo, en Escocia y sí, puedes llegar a cualquiera de esos aeropuertos o al de Liverpool o a Manchester, o a Leeds que está aún más cerca y puedes coger el tren a York, que era el principal nudo ferroviario británico en el siglo XIX y por eso tiene York un estupendo museo de los ferrocarriles británicos. Lo más bonito de viajar es descubrir lugares e historias que te sorprenden, de las que a lo mejor no eras consciente aunque las conocieras y una de ellas es York, una ciudad romana. La fundaron los romanos con el nombre de Eboracum, eso fue en el año 71 d.C. así que hace casi dos mil años que nació y que empezó una historia importantísima, fue una de las dos capitales de la Britania de los romanos, primero fue un fuerte con empalizada, luego hicieron una buena muralla de piedra y desde allí se dirigió el imperio romano cuando estaban de campaña Adriano, Septimio Severo, y Constancio I, que murió allí y allí proclamaron a Constantino el Grande. Después llegaron los anglos y la hicieron capital del reino de Northumbria y luego los vikingos nada menos, la tomaron en 866 y la hicieron capital del reino de Jórvic y de ahí el nombre de York. Lo mejor es que la historia se pueda ver, y allí se ve, porque York tiene una muralla increíble, heredera de la romana, de cinco kilómetros de longitud, que se puede recorrer por su parte alta y que es una maravilla, además es gratuita, puedes subir y bajar por donde quieras y cuanto quieras y es la mejor manera de empezar la vista a la ciudad, aunque la muralla la rehicieron los vikingos y luego se hizo la muralla medieval que es la que se ve ahora, con sus puertas bien conservadas, una gozada, sobre todo cuando te acercas a esa catedral formidable y la ves rodeada de jardines verdes llenos ahora de árboles en flor.
La ciudad es como una postal de la Inglaterra medieval
Antes nos podemos tomar un helado, porque el centro está lleno de heladerías con helados riquísimos, además de restaurantes y bares para tomar una comida ligera sobre la marcha o probar la rica carne asada que suelen preparar los fines de semana para hacer el brunch. Pero vale la pena entrar a la catedral para ver un templo bellísimo, enorme, del siglo XIII con naves descomunales y unas vidrieras impresionantes, con una delicadísima talla de piedra en la fachada, en la que, por cierto, han insertado una escultura de la reina Isabel II recientemente fallecida, es la primera estatua de la reina tras su muerte, la inauguraron en noviembre de 2022, vistiendo la túnica de la Orden de la Jarretera, la inauguró el rey Carlos III bajo un diluvio, es una curiosidad, pero el interior es fantástico, con un coro de madera tallada gótico que es una maravilla, realmente es un templo majestuoso, lo llaman York Minster y una vez que hemos paseado por la muralla y hemos visto la catedral, es el momento de seguir el paseo para ir a una de las calles medievales más antiguas y auténticas de toda Inglaterra, la calle Shambles, la de los carniceros, de casitas pequeñas de entramado de madera, torcidas, vencidas, casi tocándose las de una acera con la otra.
Dicen que JK Rowling se inspiró en esa calle que parece sacada de un cuento medieval para su callejón Diagon. Debo decir que ha sido mi peor experiencia en York, porque la calle está repleta de tiendas dedicadas a vender objetos y experiencias harrypotterianas, no puedes caminar porque la calle está ocupada por una cola para entrar a un fabricantes de pócimas, entre enérgicos empleados disfrazados de personajes medievales, si levantas la vista para ver las casas, preciosas, con sus ventanas de cristales emplomados puedes pisar a un niño disfrazado de Harry Potter y si te compras un helado junto al parking de escobas, es difícil que no desaparezca restregado por la multitud que se empeña en hacer inolvidables selfis, pero debo decir que a pesar de todo, la calle es preciosa, el mercadillo de artesanía que tiene al lado es estupendo y está todo lleno de bares y tiendas de juguetes, de joyas y de antigüedades.
Por la calle hay viejos roqueros tocando, todos de una enorme calidad
La calle es estupenda, el paseo del casco histórico está muy animado, pero es muy turística y en las calles principales o ante la catedral hay música en vivo de una calidad impresionante, no sé si harán un casting, pero hay grupos de música celta, gente cantando la música británica de los 60 y los 70. Y por supuesto merece más de un día, sobre todo porque tiene muy buenos museos, es imprescindible entrar en la catedral y disfrutarla, es imprescindible visitar el museo vikingo que es una maravilla, porque fue capital de un reino vikingo y porque el museo está sobre un yacimiento excavado, en el que han encontrado 250.000 objetos, de ellos 40.000 utensilios, se ven dioramas realistas y es muy interesante, luego hay que asomarse al York Castle Museum, al museo del castillo de York, que reproduce la historia de York, muy centrado en la época victoriana, pero abarcando todos los periodos y la casa de York es una casa real, su emblema es la rosa blanca y protagonizaron la Guerra de las Dos Rosas en el siglo XV, contra los Lancaster de la rosa roja. Reinaron en Inglaterra y les sucedió la Casa Tudor.
El rey Jorge VI dijo que la historia de York es la historia de Inglaterra
Así es Inglaterra y el Reino Unido, una historia complicada pero en un país con muchísimo carácter y con mucha personalidad, de los que siempre justifican el viaje, aunque ahora he encontrado el país un poco alicaído y tristón, yo creo que el brexit les ha hecho mucho daño y eso se nota en la calle. Pero York es una ciudad turística, con casi todo el turismo local, británico, animadísima y donde esa Inglaterra, medieval, gótica, de cuento o de leyenda romántica, se expresa en edificios preciosos y en un casco histórico muy bien conservado. Hay que tener un momento para sentarse al aire libre en un jardín frente a la catedral de York en el Gray’s Court, un bar de champagne con vistas a la catedral y acceso directo desde la muralla. Además, York es la puerta del condado de Yorkshire, que es una maravilla, está todo verde, los árboles en flor, abundan los parques y las viejas abadías en los alrededores. Está impresionante.