Más de cinco años después de alcanzar la menopausia, hasta un 70 por ciento de las españolas sigue teniendo síntomas. Sofocos, sudoraciones nocturnas, trastornos del sueño y cambios de humor son los más comunes y afectan de manera significativa a su calidad de vida. Uno de los tratamientos para controlarlos es la terapia hormonal.
El Dr. Santiago Palacios, ginecólogo director del Instituto Palacios de Madrid, me comenta que “esta terapia consiste en la administración de hormonas sintéticas como el estrógeno y la progesterona, en forma de pastillas, parches o cremas, y cuenta con múltiples beneficios para la salud de la mujer”.
De hecho, se han hecho estudios que apuntan a que, administrado en el momento adecuado, este tratamiento ayuda a reducir el riesgo de demencia. Otras investigaciones se refieren a sus bondades en la etapa pre-menopáusica para el abordaje de la depresión y los cambios de humor. Además, disminuye la probabilidad de descalcificación en los huesos, reduce el riesgo de osteoporosis y evita así que se produzcan fracturas.
Por otra parte, debemos prestar atención a la menopausia precoz, o lo que es lo mismo, la Insuficiencia Ovárica Prematura, que afecta a entre el 1 y el 3 por ciento de las mujeres y supone la retirada del flujo menstrual antes de los 40 años. El tabaquismo, las dietas extremas o la vida sedentaria son factores que pueden acelerar su aparición. Una simple ecografía puede detectar este problema que, para muchas mujeres conlleva una merma en su autoestima. “El especialista estudiará cada caso de manera individualizada y será quien prescribirá la dosis y los plazos del tratamiento”, expresa el Dr. Palacios. La menopausia no es una patología y sólo debe tratarse en aquellas mujeres afectas de un síndrome climatérico que condicione su calidad de vida. Seguro.