"El tardeo"
En un enero marcado por los virus respiratorios, en la época post-pandemia, no hay una persona que no maneje en su vocabulario palabras como mascarilla, hidrogel, test de gripe o covid, o ya en un pasado un poco más lejano, el vocablo cuarentena.
La pandemia ha supuesto un antes y un después en nuestra vida. No sólo por las personas que nos han dejado, que ha calado en lo más hondo en nuestra sociedad, también por el trabajo de los sanitarios que han puesto en relieve que sin una buena sanidad no somos nada, pero también han cambiado nuestros hábitos y costumbres.
En un enero marcado por los virus respiratorios, en la época post-pandemia, no hay una persona que no maneje en su vocabulario palabras como mascarilla, hidrogel, test de gripe o covid, o ya en un pasado un poco más lejano, el vocablo cuarentena. Pero ya en la parte más social se han instaurado, y parece que ya es para quedarse, términos como “tardeo”, que aunque la RAE lo define como “detenerse más de la cuenta en hacer algo por mera complacencia, entretenimiento o recreo del espíritu”, el nuevo sentido, se refiere al disfrute de ocio con amigos por la tarde.
Y es que en Europa, desde hace años el alterne comenzaba en la tarde y no se alargaba hasta altas horas de la madrugada como en España, la gente se recogía antes para volver a casa. Con la pandemia y los locales de ocio nocturno cerrados, muchos eran los que optaban por juntarse en las terrazas de la geografía española con ganas de olvidar esos terribles meses de encierro vividos y compartir un buen rato de risas y felicidad con su segunda familia, sus amigos.
“El tardeo” es una nueva forma de socializar por la tarde, un brindis por vivir la vida de día, poder llegar a casa para cenar y además amanecer un poco más despejado.
Parece que pernoctar ya no está de moda. Ahora lo que se lleva es “el tardeo”. Es lo que hay. Seguro.