Sedentarismo vaginal: «Hay que mantener la musculatura activa con ejercicios de suelo pélvico»
Tal y como recoge Consalud, aunque cada vez hay más información accesible sobre el cuidado vaginal, todavía son muchas las mujeres que no le dan la importancia que merece y no trabajan de forma adecuada este órgano.
Marta León nos explica los problemas que se pueden derivar de la atrofia muscular en la vagina: «Puede resultar en una disminución del tono y la elasticidad»
Tal y como recoge Consalud, aunque cada vez hay más información accesible sobre el cuidado vaginal, todavía son muchas las mujeres que no le dan la importancia que merece y no trabajan de forma adecuada este órgano. Es cierto que es muy conocido el refortalecimiento del suelo pélvico con los ejercicios de Kegel, pero gran parte del público femenino no trabaja en ello hasta que vive su primer parto o incluso hasta más tarde, cuando se adentra en la edad madura. Sin embargo, no es necesario (ni tampoco recomendable) esperar a que lleguen estos acontecimientos.
Esto mismo es lo que dicen las expertas. Marta León (@foodgreenmood), ingeniera química y especializada en alimentación y salud hormonal femenina, habla de ello en su libro, ‘La revolución invisible’. El término de ‘sedentarismo vaginal’ pone de manifiesto que la vagina “requiere de actividad y movimiento para mantenerse en óptimas condiciones”, para así prevenir la atrofia vaginal y cuidar la salud femenina. Este concepto fue acuñado por la reputada fisiosexóloga Marta Torrón.
“Al igual que otros músculos en nuestro cuerpo, los músculos vaginales también necesitan movimiento, oxígeno y nutrientes para mantenerse saludables”, señala la experta. De lo contrario, los músculos de la pared vaginal pueden terminar perdiendo tono y elasticidad, haciendo que el tejido reciba menos estímulos hormonales y, consecuentemente, se acelere la atrofia.
PROBLEMAS DERIVADOS DEL SEDENTARISMO VAGINAL
Tal y como explica Marta, “la falta de actividad en los músculos de la pared vaginal puede resultar en una disminución del tono y la elasticidad, lo que puede llevar a problemas como la dispareunia (dolor durante las relaciones sexuales), la incontinencia urinaria, y la pérdida de sensibilidad e incluso de placer sexual. Además, puede contribuir al desarrollo de la atrofia vaginal, especialmente durante el climaterio, lo que puede generar sequedad vaginal, irritación y molestias”.