En la primera ola de COVID-19, los casos de niños infectados por el coronavirus SARS-CoV-2 en España apenas representaban el 1 por ciento del total, en que se diagnosticaron 1.400 casos en niños, de los cuales aproximadamente el 20 por ciento requirieron hospitalización y solo 52 casos ingresaron en UCI.
Tal y como señala la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), en la segunda ola, la proporción de niños infectados con el SARS-CoV-2 ya era del 6 por ciento del total de España y, a finales de septiembre, ya se había registrado 66.000 casos de niños infectados, lo que supone el 12 por ciento del total de casos reportados por el Ministerio de Sanidad.
El aumento de casos pediátricos de COVID-19 obedece a que se realizan más test diagnósticos, mientras que en la primera ola se estudiaron niños con síntomas importantes. Este es el balance del impacto de la COVID-19 en pediatría expuesto en la ponencia “Clínica y epidemiología de la COVID-19 en niños”, presentada por la Dra. Cristina Calvo Rey, miembro del área de Neumología Pediátrica de SEPAR.
Habitualmente, los niños se contagian en un ambiente familiar y no en el colegio. “Los niños no son hipercontagiadores y contagian menos. Se suelen contagiar en el ambiente familiar, porque es el adulto infectado el que contagia al niño”, precisa la Dra. Calvo.
En relación con las recomendaciones durante las fiestas navideñas, la Asociación Española de Pediatría (AEP) afirma que “los niños mayores de 2 años deben de contar en el cómputo de personas aceptadas a compartir mesa en las celebraciones, siendo recomendable reducir el número total de personas en entornos cerrados, como la mejor estrategia para reducir el contagio”.
Finalmente, desde la AEP aseguran que las medidas salvan vidas, y que el sacrificio en estas fechas busca proteger a los más vulnerables. Seguro.