Hoy me gustaría hablarles de un hombre bueno, honesto y trabajador. Se llama Manuel Fuentes. Tras muchos años al frente del Colegio Farmacéuticos de Granada, casi 30, “cuelga sus botas” después de una trayectoria brillante defendiendo los intereses de los boticarios de su región.
Esto me lleva a hacerle un homenaje a Manuel Fuentes. En 1985 entró a formar parte de la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Granada. También ha desempeñado el cargo de vicepresidente del Consejo General de Colegios Oficialesde Farmacéuticos y presidente del Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos.
Son innumerables sus hitos profesionales. Pero lo que es una evidencia es que nadie puede entender la sanidad andaluza de los últimos 20 años sin la figura de Manolo Fuentes. Él ha sido el último presidente del siglo XX y con él se inició el proceso de modernización definitiva del Colegio. En momentos muy activos y complejos para la profesión, Fuentes ha trabajado a todos los niveles provincial, autonómico y nacional por la Farmacia granadina, andaluza y española, apostando siempre por la formación de excelencia y por el consenso.
Ha sabido en todo momento velar por los intereses de la farmacia granadina, que ha estado en continua evolución, enfrentándose a nuevos y continúas recto sociales, demográficos y profesionales. Y una sociedad con cada día más pacientes crónicos, polimedicados y con nuevas necesidades. La farmacia ha sabido adaptarse a estas nuevas situaciones.
Ha sido un hombre reformista ha transformado por completo su Colegio para satisfacer nuevas demandas en la idea de servir con eficacia a los farmacéuticos de Granada. Es un honorable consejero de A.M.A. Fuentes ha sabido siempre rodearse de un equipo cualificado y heterogéneo que ha mantenido una intensa labor desde la Corporación granadina y que le ha valido el reconocimiento de la profesión andaluza y española.