La inmunoterapia reproductiva aporta nuevas alternativas a los casos complejos en reproducción asistida
Tal como explica el doctor Pascual Sánchez, de Ginemed (unidad de reproducción asistida del Hospital Vithas Valencia Consuelo), “la importancia de la receptividad del endometrio hacia el embrión puede compararse a la de una semilla y la tierra.
En España, algunas familias necesita recurrir a las técnicas de reproducción asistida para tener un hijo. Métodos que dependen en gran medida de la calidad de los óvulos, del esperma y de los embriones, así como del buen estado del útero y el endometrio.
Pero, ¿qué ocurre cuando todo está bien, y aun así el bebé no llega? Son los llamados “casos de alta complejidad”. Quienes lo viven, pasan un auténtico rosario de pruebas que van desde las convencionales (estudios básicos de esterilidad), hasta las más complejas; y acumulan hasta tres fracasos, antes de pasar a estudiarse como “caso de alta complejidad”.
Tal como explica el doctor Pascual Sánchez, de Ginemed (unidad de reproducción asistida del Hospital Vithas Valencia Consuelo), “la importancia de la receptividad del endometrio hacia el embrión puede compararse a la de una semilla y la tierra. Sin agua no puede crecer, pero con demasiada agua tampoco lo hará. En reproducción humana, a veces por exceso y a veces por defecto, no se recrean las condiciones idóneas para acoger al embrión. Y aquí es donde trabajamos, en regular esas condiciones”.
Según recoge Vithas, hay casos de pacientes donde se consiguen óvulos de buena calidad, se mejora la calidad de los espermatozoides, incluso se consiguen embriones que llegaron a estadio blastocisto (el mejor estadio según los médicos y biólogos) y un endometrio que consideramos ‘de libro’, y sin embargo, cuando nada puede fallar, la beta es negativa.
Puede pasar, además, durante las siguientes dos transferencias embrionarias.” Es entonces cuando llega el turno de la inmunología reproductiva, una disciplina médica relativamente joven que estudia casos que salen de toda estadística y protocolo, basándose en un abordaje personalizado.
Hasta hace muy poco estas pacientes eran desahuciadas y clasificadas como “pacientes con esterilidad de origen desconocido”, pero gracias a las nuevas unidades de fallo de implantación y aborto de repetición, los especialistas en reproducción asistida e inmunología, se centran en los casos que fallan, cuando todo debía ir bien.
En este sentido, el Dr. Juan Manuel Jiménez, responsable de la unidad de Fallo de Implantación y Aborto de Repetición, de Ginemed, comenta que “es una situación compleja, no solo por la falta de biomarcadores diagnósticos, fiables y eficaces, que nos orienten hacia el tratamiento correcto, sino también por la situación personal y frustración con la que la pareja llega a este tipo de consulta. En el mejor de los casos se trata de parejas con al menos tres ciclos fallidos, sin causa aparente, con el desgaste físico y emocional que ello conlleva.
En este proceso resulta vital la participación activa de la mujer (y la pareja si la hay) a la hora de establecer una estrategia terapéutica concreta. Es importante que entiendan la situación, el porqué de los tratamientos propuestos y el pronóstico antes de iniciar.