Desayunar antes de realizar ejercicio puede “preparar” al cuerpo para quemar más carbohidratos mientras realizas deporte y a digerir más rápidamente los alimentos después de entrenar, según descubrieron investigadores de la Universidad de Bath en Reino Unido.
Tal y como recoge ‘Infosalus’, científicos del Departamento de Salud de la Universidad, en colaboración con colegas de las universidades de Birmingham, Newcastle y Stirling, estaban estudiando el efecto de desayunar frente al ayuno durante la noche antes de parcticar una hora de ciclismo.
En una prueba de control, el desayuno fue seguido de tres horas de descanso. Los voluntarios comieron un desayuno de gachas hechas con leche dos horas antes del ejercicio. Después del ejercicio o el descanso, los investigadores comprobaron los niveles de glucosa en sangre y el glucógeno muscular de los 12 voluntarios varones sanos que participaron.
Descubrieron que desayunar aumentaba la velocidad a la que el cuerpo quemaba carbohidratos durante el ejercicio, así como también aumentaba la velocidad con la que el cuerpo digirió y metabolizó los alimentos que se ingerían después del ejercicio.
“Este es el primer estudio que examina las formas en que el desayuno antes del ejercicio influye en nuestras respuestas a las comidas después del ejercicio. Desayunar antes del ejercicio aumenta la velocidad a la que digerimos, absorbemos y metabolizamos los carbohidratos que podemos comer después del ejercicio”, afirma Javier González, profesor titular del Departamento de Salud y codirector del estudio.
Rob Edimburgo, estudiante de doctorado en el Departamento de Salud que codirigió el estudio, explica que se ha descubierto que el desayuno antes del ejercicio aumenta la quema de carbohidratos durante el ejercicio, y que este carbohidrato no proviene solo del desayuno que se acaba de comer, también de carbohidratos almacenados en nuestros músculos como glucógeno.